Economía

Los precios suben un 0,9% sin contar energía y alimentos no elaborados

El IPC, el indicador empleado para observar la evolución de los precios en las economías familiares, se encuentra en niveles negativos desde hace meses. Esto podría hacer pensar que la cesta de la compra se está abaratando; sin embargo, si descontamos el efecto de los precios energéticos (principalmente carburantes) y de los alimentos no elaborados (lo que se denomina inflación subyacente) la tasa es positiva.

La tasa anual de inflación subyacente, según datos del Insituto Nacional de Estadística (INE) ha aumentado una décima en el mes de octubre, situándose en el 0,9%. Este dato contrasta con el dato de IPC general, con una tasa negativa del 0,7%.

El indicador que descuenta energía y alimentos no elaborados ha ido creciendo a lo largo del año de forma sostenida, mientras que la inflación (negativa) general ha mostrado una evolución más errática en el año, tocando tasas positivas en los meses centrales del verano.

Además de ser relevante para que las economías domésticas puedan conocer el coste de la cesta de la compra y los servicios, el IPC es una de las variables principales a la hora de determinar la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).

En tasa interanual, los mayores descensos de precios en octubre fueron calefacción, alumbrado y distribución de agua (-8,6%), el azúcar (-6,1%) y el transporte personal (-5,4%). En el lado opuesto, los mayores ascensos los experimentaron los aceites y grasas (+25,6%) y las patatas y sus preparados (+11,5%).