El plan de Stellantis amenaza a más de 1.200 concesionarios y 35.000 trabajadores en España
El grupo automovilístico Stellantis, fruto de la fusión de PSA y Fiat-Chrysler, ha anunciado que terminará con los acuerdos de venta y distribución de servicios con sus concesionarios en España. Esta medida pone en riesgo más 1.200 puntos de venta en nuestro país y más de 35.000 trabajadores repartidos por todo el territorio nacional.
El proceso de reestructuración de las redes de las marcas Peugeot, Citroën, DS, Opel, Fiat, Alfa Romeo, Jeep, Lancia y Abarth surge de los cambios medioambientales y normativos que están impactando en el modelo de distribución de la industria automovilística y que ha llevado a las marcas hacia la electrificación.
El grupo Stellantis anunció este miércoles que en dos años dará por finalizados los acuerdos de venta y distribución de servicios con sus concesionarios y seleccionará una nueva red. Los canales de venta han cambiado los hábitos de compra y consumo de los clientes y el próximo reglamento de exención por categorías de la Unión Europea (UE), previsto para 2023, conducirá a ajustes en los contratos y normas de distribución.
La maniobra de Stellantis puede tener un gran impacto en el mercado laboral automovilístico en toda Europa. Y es que, el empleo dentro de este sector no se ciñe únicamente a la fabricación de vehículos, sino que también afecta a toda la red de distribución, de la que dependen más de 250.000 empleos, de los cuales 50.000 pertenecen exclusivamente a Stellantis.
Otro de los puntos importantes de la cancelación de los acuerdos con los concesionarios es el mantenimiento de las inversiones realizadas por parte de los distintos puntos de venta. La patronal automovilística Faconauto pone de manifiesto la inseguridad jurídica que sufren los concesionarios y urge a dotar a la distribución y reparación de vehículos de esa seguridad, de tal forma que existan unas relaciones comerciales justas, tanto para fabricantes como para concesionarios.
El presidente de Ganvam, Raúl Palacios, considera que se debe buscar una salida, especialmente, con aquellos que tengan dificultades para amortizar sus inversiones y para aquellos cuya masa laboral dificulte la orientación hacia otras líneas de negocio.
Al respecto, recuerda que su patronal lleva un tiempo impulsando la transición de los concesionarios hacia operadores de movilidad, apostando por un modelo más equilibrado de colaboración con los fabricantes. Para Ganvam el actual modelo de relación marca-distribuidor está en revisión en un mundo basado cada vez más en la movilidad y menos en el producto.