El periodo de carencia de un crédito: pagar sólo intereses sin reducir capital
Al principio de realizar una inversión, al estar el producto aún en proceso de conocimiento en el mercado, los ingresos que genera son menores a los que reportará en un futuro. Del mismo modo, una familia que decide hipotecarse, en teoría, en un primer momento no gozará de tanta liquidez para poder hacer frente a las cuotas. Hay que tener en cuenta que los gastos de constitución de un préstamo y otros costes asociados (como los tributos) encarecen la operación de forma importante.
Para poder pasar con más comodidad los primeros meses de vida de un préstamo hasta que los ingresos empiezan a llegar de forma más fluida, existe lo que se llama periodo de carencia. Se trata de pagar, durante los primeros meses (depende de la durada del préstamo) solamente intereses. Una vez pasado este tiempo, se empieza a pagar el capital. Por lo tanto, en aquel momento, se dispara de forma importante la cuota a la cual hacer frente.
¿Qué ventajas tiene un periodo de carencia?
Pedir y que sea concedido un periodo de carencia permite lo siguiente:
- Ahorrar: durante los meses que se paga una cantidad menor, existe la posibilidad de ahorrar un dinero que, después, servirá para hacer frente a la amortización del capital.
- Invertir en otro instrumento de mayor interés: es una estrategia peligrosa porque, normalmente, los instrumentos que ofrecen intereses elevados son los de mayor riesgo y, por lo tanto, existe el peligro de no conseguir la rentabilidad esperada. Además, en el actual contexto de tipos bajos, ningún producto a tipo fijo compensa tal acción.
- Facilidad para hacer frente al gasto circulante: permite poder pagar con menos dificultades los gastos propios del día a día. Ello, en un contexto en el cual la empresa empieza, la dota de credibilidad y puede servir para tejer relaciones de confianza con agentes del entorno, como los proveedores.
¿Qué desventajas tiene un periodo de carencia?
Por el contrario, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos antes de afrontar un periodo de carencia:
- Gran incremento de la cuota del préstamo: cuando se acaba la carencia, la cuota sube de una forma espectacular. Por lo tanto, quien ha decidido negociar debe de ser muy consciente de ello y haber sido capaz de generar unos ingresos mensuales tales que permitan hacer frente a la nueva cuota.
- Coste final más elevado: al final, si se suma el capital más intereses, el importe resulta más elevado en caso de haber elegido la opción de la carencia.
- Posible comisión de concesión: es una operación que, para la entidad financiera, entraña un riesgo. Por lo tanto, para cubrirse de ello, puede que exija una comisión a cambio de la carencia.
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