Otra medida liberticida de Ada Colau: prohibido abrir comercios cerca del Mercado de Sant Antoni

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a aplicar de forma discrecional una medida que atenta contra el libre mercado y la competencia en la Ciudad Condal. El consistorio ha suspendido durante un año la concesión de nuevas licencias de apertura de comercios en el barrio donde se ubica el Mercado de Sant Antoni, cuya inauguración está prevista a finales de 2017 tras ocho años de cierre

El objetivo de Colau es “proteger el comercio local” que existe en la actualidad en el distrito de L’Eixample aplicando barreras de entrada a nuevos competidores. Esta decisión es una extensión de su cruzada contra el negocio turístico en el centro de Barcelona y su «modelo de decrecimiento económico» que rige sus decisiones de política económica en la ciudad.

Según ha explicado la concejal del distrito, Montserrat Ballarín, el cerrojazo a la apertura de nuevos comercios pretende, además, «asegurar el descanso de los vecinos y evitar la proliferación descontrolada de establecimientos vinculados al monocultivo de servicios, ocio y artículos de recuerdo».

Ballarín ha señalado que se quiere «garantizar que todo el comercio de proximidad tenga las mismas oportunidades en el momento en el que se abra este nuevo mercado y también para que podamos asegurar que continúe habiendo una buena convivencia en el barrio». «Queremos es que no haya un determinado tipo de usos que acabe monopolizando todos los espacios de esa zona», ha indicado.

La prohibición de concesión de nuevas licencias afecta a toda la superficie en un radio de dos manzanas del Mercado de Sant Antoni. La suspensión de licencias afecta a establecimientos dedicados al espectáculo o la exhibición realizados en recintos cubiertos, actividades musicales, restauración, audiovisuales, juego, bodegas, comercio alimentario con degustación, horchaterías, heladerías y comidas preparadas. Tampoco se admitirán nuevos establecimientos de venta de souvenirs y productos destinados a los turistas.

La suspensión no afecta a las actividades previstas en el recinto del interior del Mercado de Sant Antoni, ya que están sometidas a un régimen específico regulado por el Instituto Municipal de Mercados mediante concesiones administrativas.