Economía
Restaurantes

Oculto en un vagón de tren y con 4 mesas: este restaurante ya tiene una estrella Michelin

La que fuera la antigua estación de trenes de Canfranc, en Huesca, es hoy un flamante hotel de cinco estrellas que alberga restaurante con estrella Michelin. Te sorprenderá porque está oculto en un vagón de tren.

Descubrimos qué se puede comer en él, cuáles son sus señas y el hotel, además de la historia de la estación que es realmente peculiar. El restaurante ha ensalzado a Huesca como destino para turistas tanto nacionales como extranjeros.

Oculto en un vagón de tren: cómo es el restaurante con estrella Michelin

La reforma de la estación de Canfranc

Corría el año 2021 cuando se inauguró la nueva estación de Canfranc (Huesca), coincidiendo con la entrada en servicio de los primeros trenes.

La construcción del nuevo edificio para viajeros, con una superficie útil de más de 950 m2, y la creación de la nueva playa de vías, de 1,6 kilómetros de longitud, forman parte del total del proyecto. La obra incluía la urbanización del entorno y la rehabilitación del antiguo edificio de la estación para su conversión en un hotel de lujo de cinco estrellas con más de 100 habitaciones.

La Estación Internacional está declarada Bien de Interés Cultural, siendo un símbolo en la historia ferroviaria de España y Francia gracias a la línea internacional que conectaba ambos países durante el siglo XX. Fue inaugurada por Alfonso XIII en 1928 y estuvo en funcionamiento hasta 1970.

A hotel de lujo

Barceló Hotel Group abrió las puertas de su hotel de lujo en Canfranc Estación, Royal Hideaway Luxury Hotels & Resorts en enero de 2023.

Inaugurada en 1928 y declarada Bien de Interés Cultural en 2002 – y que a su vez forma parte del Patrimonio Histórico Cultural Ferroviario – la Estación Internacional de Canfranc es uno de los complejos ferroviarios más importante de los construidos en Europa en el primer tercio del siglo XX.

Hoy, este hotel es referencia en el Pirineo Aragonés, y es galardonado por su diseño además de la estrella Michelin de su restaurante.

El nuevo establecimiento cuenta con 104 habitaciones, 4 de las cuales, con categoría de suites de lujo, están distribuidas entre la primera y la segunda planta. En la planta baja se encuentra una zona wellness con piscina climatizada, 4 salas de tratamientos y un completo gimnasio; además de la biblioteca, donde disfrutar de una exclusiva carta de coctelería, y tres restaurantes; dos de ellos, el restaurante gastronómico y el restaurante a la carta, estarán ubicados en el exterior del edificio, en dos vagones que se han rehabilitado siguiendo el estilo clásico de los trenes de principios del siglo XX.

El restaurante oculto en un vagón de tren

La oferta culinaria del hotel cuenta con la dirección gastronómica de Eduardo Salanova y Ana Acín, dos expertos en alta cocina y oriundos de Huesca.

La propuesta gastronómica del chef Eduardo Salanova para Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel es una cocina creativa de inmejorable técnica, con guiños a recetas antiguas aragonesas y creaciones propias de vanguardia, donde el protagonista es el sabor.

“En un lugar que ha significado tanto para la historia de nuestra región, la cocina tiene mucho que contar y aportar. Queremos ensalzar la gastronomía de nuestra tierra a través de recetas y propuestas innovadoras en las que la calidad está por encima de todo”, apunta el chef. Por otro lado, Ana Acín crea un especial servicio de sala donde los comensales pueden apreciar la unión entre cocina y sala, además de ofrecer un gran tratamiento y respeto por el vino.

Hace bien poco que este restaurante ha estado galardonado con una estrella Michelin. Fue este noviembre en la gala de las estrellas, realizada en Barcelona, siendo entonces una de las nuevas una estrella Michelin en la guía de España 2024.

Según la propia guía Michelin, “Este cautivador restaurante se encuentra en la emblemática Estación de Canfranc (hoy un lujoso Royal Hideaway Hotel), dentro de un antiguo vagón de tren que es capaz de transportarnos a otra época”.

El viaje empieza en el andén de la estación (data de 1928) y un salvoconducto nos traslada a la historia viva del lugar, a una época de entreguerras donde tampoco faltaban los espías. “A continuación acompañan en un pequeño recorrido por las partes más bellas del edificio hasta acceder a los dos vagones restaurados (solo uno, con tres mesas, da servicio gourmet)”.

Entre los platos que destaca la propia guía, está la pintada salvaje criada en Los Monegros y remolacha, trilogía del cordero (uno de los pases está asado con algas que aportan salinidad), una llamativa borraja marina en forma de corona… un único menú degustación de alta cocina aragonesa, con delicadas influencias galas y los mejores productos de la zona.

Si vas a los pirineos, entonces ya sabes dónde reservar, en un lujoso hotel y un restaurante de primera que es ya referencia de este tipo de cocina de montaña con sus toques de autor.