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La OCU lanza una advertencia importante para todos aquellos que planean disfrutar de la playa este verano

A partir de un estudio de la Universidad de Valencia la OCU advirtió sobre las sombrillas de playa

Incluso estando debajo de la sombrilla podemos recibir radiación solar

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Agosto es, sin duda, el mes del año en el que más personas se dirigen hacia las playas para disfrutar del sol, el mar y la relajación que estos ofrecen. Con las altas temperaturas y los días largos, es difícil resistirse a la tentación de pasar el día tumbado en la arena o refrescándose en el agua. Sin embargo, es precisamente en este mes cuando el sol alcanza su máxima intensidad, y aunque somos cada vez más conscientes de los peligros de la exposición directa a sus rayos, a menudo subestimamos otras amenazas menos evidentes. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha emitido una advertencia crucial que todos los veraneantes deberían tener en cuenta antes de dirigirse a la playa.

La mayoría de las personas ya saben que es esencial protegerse del sol directo usando protector solar, sombrillas, y ropa adecuada. Sin embargo, ¿sabías que incluso cuando te encuentras bajo la sombra, no estás completamente a salvo de los efectos dañinos del sol? Esto se debe a las radiaciones solares indirectas, un fenómeno que muchas veces pasa desapercibido pero que puede tener consecuencias significativas en nuestra salud. La arena de la playa, al igual que otras superficies claras o reflectantes, tiene la capacidad de reflejar los rayos del sol, redirigiéndolos hacia nuestra piel incluso cuando pensamos que estamos protegidos. Este efecto puede ser particularmente engañoso y peligroso, especialmente en las horas en que el sol está más alto y de ello ha querido advertirnos la OCU, y para que disfrutar de la playa este verano, sin riesgos.

La OCU lanza una advertencia importante sobre la playa

Un estudio que señala la OCU en su web y que fue realizado por la Universidad de Valencia y publicado en la revista Photochemistry and Photobiology arrojó luz sobre la protección del sol cuando estamos en la playa, demostrando que, aunque una sombrilla bloquea hasta el 95% de la radiación ultravioleta directa, no es capaz de evitar completamente la radiación indirecta. De hecho, se estima que un 34% de la radiación que llega al suelo es reflejada y puede alcanzarnos a pesar de estar bajo la sombra. Esta advertencia de la OCU subraya la importancia de ser aún más cautelosos y de no confiar únicamente en la sombra para protegernos de los peligros del sol.

La radiación solar indirecta: un peligro subestimado

La radiación solar indirecta en la playa es según la OCU, una realidad que muchos de nosotros ignoramos o subestimamos. Al pensar en los riesgos asociados con el sol, lo primero que viene a la mente es el impacto de la radiación directa, que es la principal causante de quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel y, en casos extremos, cáncer de piel. Sin embargo, la radiación indirecta también juega un papel crucial en estos peligros, aunque de manera más insidiosa.

La arena, el agua, e incluso las superficies como el concreto, tienen la capacidad de reflejar los rayos del sol. Este reflejo puede aumentar la exposición a los rayos ultravioleta (UV) sin que nos demos cuenta. Cuando estamos bajo una sombrilla, es fácil pensar que estamos completamente a salvo, pero la realidad es que esos rayos reflejados pueden seguir alcanzándonos. Este efecto es especialmente potente durante las horas del mediodía, cuando el sol está en su punto más alto y la radiación es más intensa.

El estudio de la Universidad de Valencia: revelaciones preocupantes

El estudio llevado a cabo por la Universidad de Valencia aporta datos alarmantes que todos los veraneantes deben tener en cuenta. Según los investigadores, la sombrilla, aunque efectiva en gran medida, no ofrece una protección total. Si bien bloquea la mayoría de la radiación directa, la radiación indirecta que se refleja en el entorno puede representar hasta un 34% de la exposición total que recibe nuestra piel. Este porcentaje es lo suficientemente alto como para causar daño, especialmente durante exposiciones prolongadas.

Los investigadores no lo señalan pero es importante añadir que la radiación indirecta puede afectar particularmente a los niños, quienes tienen una piel más delicada y sensible. Además, aquellos que pasan largas horas en la playa, pensando que están protegidos al estar bajo una sombrilla, pueden estar acumulando daño solar sin siquiera darse cuenta. Esto hace que sea crucial reevaluar cómo nos protegemos del sol durante nuestras visitas a la playa.

La importancia del protector solar: no basta solo con la sombra

La advertencia de la OCU para la playa es clara: no basta con confiar en la sombra para protegerse del sol. Es esencial utilizar un protector solar de amplio espectro con un alto factor de protección (SPF). Además, la aplicación debe ser generosa y repetida cada pocas horas, especialmente después de nadar o sudar. Aunque muchos protectores solares son resistentes al agua, es importante recordar que esta resistencia tiene un límite, y que el agua, junto con el sudor, puede reducir la efectividad del producto con el tiempo.

El uso de protector solar es aún más crucial en los niños, quienes son más vulnerables a los efectos de la radiación UV. La piel de los niños es más delgada y menos capaz de defenderse contra los daños causados por el sol, lo que significa que pueden quemarse más rápido y con mayor gravedad. Asegurarse de que estén bien protegidos no solo durante sus juegos bajo el sol, sino también mientras descansan bajo la sombrilla, es esencial para prevenir daños a largo plazo.

Otros consejos para una protección solar efectiva

Además del uso de protector solar y sombrillas, hay otras medidas que pueden ayudar a reducir la exposición a la radiación solar indirecta. Usar ropa de protección UV, como camisetas de manga larga, sombreros de ala ancha y gafas de sol, puede ofrecer una capa adicional de defensa contra los rayos solares. También es aconsejable limitar el tiempo que pasamos en la playa durante las horas pico de radiación solar, generalmente entre las 12 p.m. y las 4 p.m.

Es igualmente importante mantenerse hidratado y prestar atención a los signos de sobreexposición al sol, como enrojecimiento de la piel, sensación de calor excesivo o fatiga. Si se presentan estos síntomas, es mejor buscar refugio en un lugar fresco y aplicar de nuevo protector solar para evitar que el daño empeore.

El verano y la playa son sinónimos de diversión, relajación y buenos momentos, pero también debemos ser conscientes de los riesgos que conlleva la exposición al sol. La advertencia de la OCU sirve como un recordatorio oportuno de que la radiación solar indirecta es un peligro real que no debe ser ignorado. Al tomar precauciones adicionales, como el uso de protector solar, ropa adecuada y el cuidado con los horarios de exposición, podemos disfrutar de nuestras vacaciones de verano sin comprometer nuestra salud. Así, podremos aprovechar al máximo todo lo que la playa tiene para ofrecer, con la tranquilidad de saber que estamos protegidos.