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No falla: este es el trucazo para caer bien según Harvard

Todo el mundo quiere caer bien, hay personas a las que realmente parece que les da igual, pero lo cierto es que quien más y quien menos quiere ser del agrado de otras personas, especialmente de aquellas con las que se tiene algún tipo de relación, ya sea personal o profesional. Te desvelamos el trucazo para caer bien según Harvard, gracias al cual podrás montártelo tan bien que caerás genial a todo el mundo… si eso es lo que quieres.

Caer bien no es fácil, pero tampoco difícil, lo ideal es que sea algo natural siendo tú mismo en todo momento, de lo contrario se verá muy forzado y es entonces cuando no caerás bien. De todas formas, hay que tener claro que nadie le puede caer bien a todo el mundo, todas las personas somos diferentes, y siempre hay alguien a quien le vas a caer mal, al igual que siempre hay alguien que te caerá mal a ti… incluso cuando le cae bien a todo el mundo.

El truco para caer bien según Harvard

Al conocer a alguien puede ser que le caigas bien o mal de primeras, pero lo cierto es que tanto una como otra opción puede cambiar con el tiempo, ya que si le caes mal quizás has entrado con mal pie porque tienes un mal día, o le caes bien pero con el tiempo suceden cosas que hacen que eso cambie. Caer bien es como gustarle a alguien, es un trabajo que tienes que mantener a diario para que siga siendo así.

Según un reciente estudio de Harvard, el gran secreto para caer bien a otras personas es hacer sentir a la persona en cuestión que estás interesado en ella, una técnica mucho más eficaz que el hecho de ser educado, servicial o gracioso. Y no se trata de interés del tipo amoroso, se trata de un interés personal, hacer sentir a esa persona que te interesa lo que te cuenta, su vida, su historia. La persona en cuestión se sentirá a gusto y se abrirá, lo que hará que automáticamente le caigas bien.

Poner el foco en la otra persona en lugar de en ti misma hace que se cause mejor impresión, con conversaciones orientadas a conocer su auténtico yo, como si fuese una cita, pero sin serlo. En este estudio, Harvard dividió a las personas en dos grupos: en el primero los investigadores pidieron a los participantes que hicieran al menos 9 preguntas a la otra persona durante los 15 minutos de contacto, mientras que al segundo grupo pidieron no más de 4 preguntas en el mismo tiempo.

Las personas que hicieron más preguntas resultaron más agradables y tuvieron mejor respuesta de la otra persona, lo cual tiene sentido ya que al hacer más preguntas se muestra un mayor interés y se causa una impresión positiva. Es importante empezar siempre con preguntas personales pero básicas, sin entrar en cuestiones profundas, ya que nadie va a sincerarse a ese nivel con alguien a quien acaba de conocer. Preguntas sobre de dónde eres, aficiones, mascotas, etc., siempre causan buena impresión y dan pie a que fluya la conversación.

Es muy efectivo también incluir preguntas de seguimiento en la conversación, por ejemplo ¿Puedes contarme más sobre…?; ¿Por qué piensas eso? o ¿Qué quieres decir con…?. Pruébalo la próxima vez que conozcas a alguien y así pondrás en práctica el mejor truco para caer bien.