Netflix seguirá sufriendo por el fin del covid, su salida de Rusia y el recorte de gastos de las familias
El panorama no es nada alentador para Netflix. Tras desplomarse un 35% y perder unos 54.000 millones de dólares de su valor en Bolsa, el fin de la pandemia de coronavirus, su salida de Rusia y el recorte del gasto de las familias a consecuencia de la elevada inflación seguirán pesando sobre las cifras que vaya publicando la plataforma de vídeos en streaming y que, por tanto, lastrarán su evolución en el parqué.
Netflix vivió el miércoles su peor sesión en Bolsa desde octubre de 2004 cuando casi recién estrenada en el parqué perdió casi un 41% de su valor en una jornada. La compañía fundada por Reed Hastings y Marc Randolph está sufriendo ahora las consecuencias de perder suscriptores por primera vez en una década, al ceder 200.000 usuarios en el primer trimestre del año.
Entre los diversos factores que Netflix enumera para explicar la caída, la plataforma incide en la suspensión de su servicio en Rusia y la liquidación de todas las cuentas del país, lo que se tradujo en la pérdida de 700.000 abonados. Sin este impacto, la plataforma habría elevado en medio millón la cifra de usuarios.
Con el conflicto entre Ucrania y Rusia sin visos de resolverse -más bien todo lo contrario una vez encalladas las negociaciones entre ambos países- el deterioro causado por la salida del país no se revertirá en el corto plazo.
Incluso sin tener en cuenta la interrupción de las operaciones en Rusia, el descenso de suscriptores contrasta con el crecimiento de 2,5 millones de usuarios que esperaba la compañía, que se enfrenta a la vuelta a la normalidad tras la pandemia. Los confinamientos y las limitaciones a la movilidad favorecieron los negocios de empresas como Netflix, Amazon o Spotify. Por ejemplo, la base de suscriptores de la propia Netflix creció un 40% en solo un año, alcanzado los objetivos previstos para 2024.
“Lo que estamos viviendo ahora es una situación de reapertura económica y de nuevo cambio de hábitos de los consumidores. Es probable que este tipo de compañías sigan haciéndolo bien, pero vemos una mayor estabilización en las tasas de crecimiento”, apunta Joaquín Robles, analista de XTB.
Competencia e inflación
Netflix también tiene que hacer frente a la nueva competencia que suponen plataformas como Apple TV, Disney+ o Amazon Prime Video, de las que se esperan que sigan acaparando más parte del pastel, es decir, sigan creciendo en suscriptores. Además, mientras que Netflix sólo se dedica al vídeo en streaming, para el resto de compañías el entretenimiento audiovisual es sólo uno de sus negocios, con lo que las turbulencias se diluyen entre las distintas áreas para lograr beneficios.
Ese músculo de Apple, Disney o Amazon se nota en las inversiones en contenidos, una vía que parece seguir queriendo explorar Netflix a pesar de esta tendencia negativa, indican los expertos de Oddo. Para intentar calmar los ánimos de los inversores, los directivos de Netflix informaron de que en los próximos años esperan introducir publicidad a través de un modelo de suscripción más barata con anuncias, algo que ya ha implantado Hulu y que están estudiando otras plataformas.
La fragmentación del mercado y la flexibilidad que dan al usuario para abrir o cerrar cuentas sin ningún tipo de permanencia se relaciona con los altos niveles de inflación. Los expertos esperan que los servicios de streaming sean algunos de los gastos que las familias recorten para hacer frente a la espiral de subidas de precios.
Fruto de todo este contexto, Netflix, que ahora cuenta con 221,6 millones de usuarios, espera perder 2 millones de suscriptores adicionales en el segundo trimestre del año. Una vez conocidas estas cifras, las casas de análisis se han lanzado en masa a revisar sus estimaciones de la compañía, la mayor parte de ellas a la baja. Uno de los bancos de inversión más agresivos ha sido JPMorgan, que sitúan el precio objetivo de la plataforma en los 305 dólares, al considerar que no hay muchos alicientes para el valor salvo la reciente caída de los títulos.
Según datos del mercado, la recomendación media es de ‘mantener’ las acciones de Netflix con un precio objetivo de 368,41 dólares, muy superior a los 226,19 con los que terminó el miércoles, pero sólo un 6% por encima de los 348,61 con los que cerró la sesión del martes, previa a la debacle bursátil.