Economía

Carmena pondrá una tasa a las plataformas de pisos turísticos y limitará su actuación

El Ayuntamiento de Madrid está buscando un acuerdo con Airbnb, HomeAway y otras plataformas de pisos turísticos para establecer un máximo de días en los que estas viviendas podrían ponerse en alquiler al año, como ya se hace en países como Ámsterdam o Nueva Orleans, donde la plataforma opera. Además, desde Madrid buscan la implantación de una tasa turística, que gravaría el alquiler de las habitaciones o inmuebles.

La medida se pone en marcha con el fin de que «no se monten negocios fuera de la actividad reglada», donde entran hoteles y apartamentos, explica el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. El objetivo: «que no se monten hoteles encubiertos».

El acuerdo estaría basado en tres pilares fundamentales:

  1. Proporcionar un certificado de empadronamiento que avale que la persona que pone en alquiler su vivienda es quien reside en ella. «Que no haya intermediarios ni nadie que se compre 17 casas para ponerlas como vivienda turística», explica el concejal.
  2. Fijar un máximo de días para que no se oferte un piso durante todo el año, ya que si no, este piso tendría que regirse por la Ley de Arrendamientos Urbanos. «Planteamos que se establezca un tope de días, 60, 120, los que sean. Nos basaremos en la referencia de otras ciudades pero la referencia de 60 días me parece bien», ha indicado Calvo. Una vez superados estos días, la oferta se caería de la web de Airbnb hasta el año siguiente.
  3. Establecer una tasa para gravar el alquiler. «Una parte del rendimiento económico que obtiene el usuario vaya al Ayuntamiento», subraya Calvo. Esta medida ya está implantada en ciudades como Ámsterdam, donde la tasa es de un euro. «Los hoteles y apartamentos turísticos pagan muchos impuestos, están muy regulados y fiscalizados pero la vivienda turística no está pagando impuestos aunque obtiene rendimiento económico, por lo que parece razonable que parte de ese rendimiento revierta en la Administración para cubrir la sobredemanda de servicios de limpieza, equipamientos, transporte e incluso para ejercer la disciplina urbanística», ha argumentado José Manuel Calvo.

A la espera de una regulación autonómica

«Es una medida razonable pero esto no impide que renunciemos a la pelea de la Comunidad para que regule las competencias y, si no quiere regular, puede cederlas, como han hecho en Barcelona. Lo que tampoco podemos es esperar a que caiga del cielo la regulación de la Comunidad», ha señalado el concejal, pesimista ante una regulación autonómica que no acaba de llegar.

Este acuerdo sería una «medida transitoria hasta que haya una regulación sólida aplicable». Sí es más positivo con respecto a las plataformas porque cree que «al final se adaptarán a las condiciones que ponga el Ayuntamiento, como han hecho en otras ciudades».

El plazo que se fija el Ayuntamiento para llegar a un acuerdo con las plataformas es «relativamente corto» porque «la proliferación de viviendas turísticas es exponencial», está «creciendo a un ritmo brutal»: se ha pasado del 2 por ciento que representaban en el 2013 en todo el sector del alojamiento en Madrid al aproximadamente un 25 por ciento.

Con motivo de este crecimiento, varios ayuntamientos de diferentes ciudades españolas, entre ellas Madrid y Barcelona, lideran una posible Iniciativa Legislativa Popular relativa a las viviendas turísticas.