Economía

La presidenta de Coca Cola pierde la memoria ante el juez del “caso Cacaolat”

La presidenta de Coca Cola Iberian Partners, Sol Daurella, ha iniciado su segunda semana del particular calvario que está recorriendo tras el registro de su domicilio en el marco de la “Operación Hades” contra el clan Pujol, por la que su marido, Carles Villarubí, está imputado.

Ayer tuvo que comparecer como imputada en el “caso Cacaolat” en el juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza por estafa procesal, administración desleal y atentar contra los derechos de los trabajadores. Su estrategia fue decir al juez que no recordaba nada de los ocurrido.

Según han confirmado ex trabajadores de Cacaolat a Economía Digital, la declaración de Daurella apenas duró treinta minutos y, ante las preguntas del juez, contestó que no recordaba lo ocurrido con el “caso Cacaolat” y que ella no era quien tomaba las decisiones en el día a día de la empresa Cobega, holding que controla la mitad del capital de la famosa marca de batidos.

El “caso Cacaolat” sale a luz tras la querella la presentada por un grupo de ex trabajadores de la planta de Cacaolat en Utebo (Zaragoza), que era propiedad de Nueva Rumasa. En 2011 se declaró en concurso de acreedores y los administradores decidieron vender su unidad productiva. Una de las empresas adjudicatarias fue Cobega.

Las compañías presentaron un plan industrial que contemplaba inversiones en Utebo y en otras unidades de negocio en Barcelona. Sin embargo, tras lograr el contrato de gestión, los adjudicatarios crearon una nueva empresa, denominada Planta Lechera Utebo, a la que se traspasaron algunos activos, dejando a Cacaolat fuera de la transmisión y llevando su producción a Barcelona. Posteriormente se aprobaron dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y se cerró la planta aragonesa.

Ante el juez también han tenido que declarar como imputado el director general de Coca Cola Iberian Partners y hombre de confianza de Daurella, Victor Rufat; y el director general de Cacaolat, Frances Lluch.