KPMG pone en duda la viabilidad de Eroski por su enorme deuda bancaria
El pasivo excede el activo corriente en más de 1.800 millones de euros, asegura
Eroski se encuentra en estos momentos negociando con el pool bancario una deuda que vence en junio de 2019
KPMG ha puesto en duda la viabilidad de Eroski debido a su abultada deuda. En un párrafo de énfasis publicado este mismo martes, la auditora del grupo cooperativo vasco ha señalado que «el importe total del pasivo corriente excede en 1.891 millones de euros al total del activo corriente, debido principalmente al vencimiento en julio de 2019 de las deudas que mantiene con entidades de crédito». Según ha asegurado, Eroski ha pedido al pool bancario al que debe el dinero (Santander, BBVA, Sabadell, Caixabank y Bankia) que le permitan adecuar su calendario de pagos a la generación de ingresos que tiene la compañía, que en 2016 tenía un ebitda de 240 millones, ocho veces menor que la deuda total que tiene el grupo.
La situación de deuda con Eroski indica, para KPMG, «la existencia de una incertidumbre material que puede generar deudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento que dependerá del resultado final de las negociaciones que se están llevando a cabo». Según llama la atención la auditora, los administradores de Eroski esperan que la negociación con la banca llegue a buen puerto y por eso «han formulado estos Estados Financieros Resumidos Consolidados siguiendo el principio de empresa en funcionamiento». Esto es, sin aplicar el escenario de una empresa en concurso por imposibilidad de hacer frente a sus pagos.
Eroski ha publicado este martes sus resultados semestrales, en los que ingresó 2.313 millones de euros para conseguir un resultado antes de impuestos de 49 y de apenas 14,9 de resultado neto. Pero mientras publica estos resultados, la compañía está librando una batalla con la banca acreedora, que ha puesto sobre la mesa la desinversión de Caprabo, uno de los negocios más ruinosos que realizó la compañía y cuya abultada deuda les sigue arrastrando.
Un negocio que crece poco a poco
Mientras se desinvierte en negocios que no dan beneficio y se busca otros nuevos como Eroski Viajes, la cooperativa del Grupo Mondragón trata de superar el estrés financiero, ante una banca que considera que los números no cuadran, y que lleva dando facilidades a Eroski desde hace más de un lustro, cuando comenzaron sus problemas para devolver sus deudas. La compañía valoró Caprabo en 1.500 millones en 2017 y pidió deuda para adquirirla. Posteriormente el mercado la ha devaluado hasta límites insospechados por el equipo gestor de Eroski.
Por su parte, también en las cuentas entregadas en CNMV Eroski ha asegurado que ha reclasificado sus deudas a corto plazo. «La dirección del grupo se encuentra en estos momentos en negociaciones con las entidades bancarias con el objeto de alcanzar un acuerdo para establecer un calendario de pagos de la deuda más allá de la fecha de vencimiento actual, y adecuarla con la generación de flujos, no teniendo dudas sobre que dichas negociaciones cerrarán con éxito en las próximas semanas».
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