Economía

¡Invirtamos en la era del metal!

La riqueza especulativa se destruye justo cuando estalla cualquier burbuja financiera y la actual, se ha construido con base en la impresión de 10 trillones de dólares.

“El oro es dinero, todo lo demás es deuda.” John Pierpont Morgan

En las últimas semanas les he venido advirtiendo sobre una clara rotación que estoy apreciando en la economía mundial. Pasar de una economía basada en el derroche del consumidor manipulando su efecto riqueza tiene sus severos riesgos, puesto que la nula creación de inflación ha penalizado a los procesos productivos en pro de la deuda especulativa y ello suele generar problemas. Las bolsas se han mantenido alegres al nuevo mensaje de la FED, pero los Estados parece que han recogido el testigo y las políticas de expansión presupuestaria podrían tomar el relevo. Deuda por deuda, prefiero aquella que crea valor productivo como las infraestructuras, que no la que infla los mercados sin crear valor alguno. La riqueza especulativa se destruye justo cuando estalla cualquier burbuja financiera y la actual, se ha construido con base en la impresión de 10 trillones de dólares.

Este relevo de lo especulativo a lo productivo habitualmente ha sido constructivo para las compañías cíclicas, pero no tanto por la condición propuesta por la demanda, sino por la oferta. Como saben, los dos elementos que determinan la creación del precio son la oferta y la demanda, y cuando la oferta se seca… ¡Los precios suben!

Esta posición afecta a los precios de las materias primas, lo que nos permite invertir directamente en compañías mineras, que a su vez posibilita proteger la cartera, o bien contra la inflación o bien contra la estrangulación de un mercado, y actualmente es lo que está sucediendo. En Blackbird hemos tomado una posición estratégica en ‘Buenaventura Minera de Oro’, principalmente por dos motivos; el primero la nueva disposición macro (políticas presupuestarias versus políticas monetarias), el segundo por su valoración.

¿Por qué oro?

Para valorar una compañía, es muy importante tener presente los drivers que fomentan la toma de decisión, es decir que lo que es bueno para Inditex (crecimiento estable de ventas, costes y márgenes), no tiene sentido para una cíclica. Las compañías mineras son fácilmente valorables. Sus drivers de análisis son principalmente dos; los costes de extracción y sus reservas. Compañía de Minas Buenaventura se cotiza en el mercado por 4.000 millones de dólares, con sede en Perú y 65 años de experiencia en actividades de exploración, desarrollo, construcción y operación de minas. Cotizada de tamaño reducido respecto a los grandes productores mundiales, concentra su actividad en Perú, gestionando de forma directa siete grandes minas y en otras tres participa como asociada con empresas mineras referentes a nivel internacional.

La composición productiva de la compañía es muy diversificada, siendo la principal actividad productiva la extracción de oro (38% ingresos), plata (20% ingresos) y cobre (26% ingresos) y las actividades secundarias plomo y zinc. Como les comentaba, el principal problema en el medio plazo es la contracción de la oferta, debido a que la fuerte crisis de las commodities, ha causado el cierre de las minas menos eficientes, que han provocado a su vez fuertes pérdidas para dichas compañías mineras. Por ejemplo, se espera que este año 2019 la producción de oro empiece a caer de manera notable debido al cierre de centros productivos, pasando de 3.000Tm a 2.000Tm en 2025 (-33%). En cuanto a la demanda, parte del mercado parece preocupado por una posible desaceleración en China, puesto que la demanda de uranio y cobre, podría sentirse sensiblemente perjudicada, pero sí creo que el mercado descuenta en gran medida este escenario.

Buenaventura tiene una ventaja competitiva muy importante en el coste de la extracción del oro

No obstante lo anterior, la posición fuerte en oro por parte de Buenaventura podría protegernos de una posible caída del precio del cobre. A esta diversificación, destaca especialmente los costes de extracción, puesto que se sitúa como la segunda mina en costes de extracción de oro, con un coste de 856$/Oz, solamente superada por el gigante Barrick Gold, con un coste de extracción de 745$/Oz, ambas por debajo de los 922$/Oz de media sectorial. Esta ventaja competitiva es muy importante, puesto que varía de manera exponencial, con pequeñas variaciones en el precio de las materias primas.

Si a su excelente diversificación y sus reducidos costes de extracción, le añadimos sus activos, Compañía Buenaventura es todo un tesoro… ¡nunca mejor dicho! Puesto que a parte de las minas gestionadas de manera independiente, se participa en tres minas de Perú; la mina de cobre de Cerro Verde (19,58%) junto con FreePort McMoran, la mina de plata y oro de Coimolache (40,10%) junto con Gold Field y la mina de oro de Yanacocha (45,95%) junto con Newmont Mining. Estas participaciones son muy importantes para nuestra tesis de inversión, puesto que la mina de Cerro Verde tiene un valor de 20BL$ y Buenaventura la participa en un 19,58%, lo que significa que solamente la participación en Cerro Verde ¡vale exactamente lo mismo que toda la capitalización de Buenventura! un activo oculto más…

Podría extenderme mucho más y enfatizar en la notable reducción de la deuda, pero hay momentos que el proceso de toma de decisión se simplifica bajo pocos criterios. Ventaja competitiva en el proceso productivo, activos de calidad y reducción de la deuda, junto con activos ocultos por el valor exacto de su capitalización, son suficientes argumentos en mi opinión para invertir en Buenaventura. Si le sumamos un proceso macroeconómico que podría confluir con la estrangulación de los precios, como consecuencia de una oferta limitada, tenemos una idea de inversión que no podemos despreciar. Al fin y al cabo, todo tiene su momento, pero tener la oportunidad de invertir en un tema cerca de mínimos históricos, cuando los mercados están en máximos históricos, no deja de ser paradójico. Y claro, a quien le asuste la volatilidad de invertir en metales, le vendría bien recordar al padre de la banca moderna J.P. Morgan, cuando nos enseñó aquello de que el oro es dinero, y todo lo demás ¡deuda!