Economía
Seguridad Privada

Interior no consigue colocar a ninguna empresa el concurso de prisiones que tenía Ombuds

El concurso de acreedores de la compañía de seguridad privada ha dejado en el aire la vigilancia de las zonas exteriores de las cárceles. Interior no confirma a OKDIARIO la información.

La Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior no ha conseguido adjudicar a ninguna empresa el lote de vigiliancia en los centros de prisiones que gestiona ahora mismo Ombuds Seguridad, empresa en concurso de acreedores desde el pasado julio. Interior había intentado colocar a varias empresas el lote para que pudieran sustituir a la compañía concursada, pero el bajo precio y las condiciones que ofrecía han hecho que quede desierto.

Concretamente se trata del lote número 2, las prisiones de la zona centro de España (Castilla La Mancha, Madrid y Extremadura). Este lote queda desierto. OKDIARIO se puso en contacto la pasada semana con la Secretaría de Estado de Seguridad, responsable de la vigilancia de los centros penitenciarios por fuera, sin que hubiera respuesta alguna.

No obstante, en el documento de adjudicación de los lotes al que ha tenido acceso este periódico, el Ministerio de Interior confirma ahora que ninguna empresa se ha presentado para sustituir a Ombuds, a pesar de los intentos de Interior por hacerlo. Según fuentes de las empresas, los bajos precios ofertados han sido la clave para que no haya ofertas.

Ahora, queda en el aire qué pasará con la vigilancia de los centros castellano-manchegos, madrileños y extremeños. Desde el año 2014, los vigilantes de seguridad privada pueden realizar labores de vigilancia en los perímetros exteriores de los centros penitenciarios, singularmente ocupando puestos de control en garitas y similares. En ningún caso trabajan en el interior de las cárceles, una función reservada para los funcionarios de prisiones y los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Ahora, tras quedar desierto el concurso para sustituir a Ombuds, se genera incertidumbre sobre qué ocurrirá en estas cárceles. En primer lugar puede prorrogarse el trabajo de los empleados, contratados ahora mismo por una empresa que está en pleno proceso de adjudicación concursal y que puede acabar en liquidación y venta por partes.

Otra opción sería la vuelta de la Guardia Civil a ocupar estos perímetros exteriores de las cárceles, tal y como estaban antes de 2014. Según fuentes empresariales, son aproximadamente unos doscientos trabajadores los que ahora mismo se ocupan de vigilar las cárceles del centro del país.