Innovación en sectores tradicionales: una buena inversión

En un contexto como el actual, en el cual aparecen innovaciones de forma constante, parece que, si uno no se sube inmediatamente al carro de ellas, ya no tendrá ninguna oportunidad. Ahora bien, justamente este ritmo desenfrenado ha llevado a algunos consumidores a demandar lo contrario: un cierto retorno a los orígenes y a apostar por sectores más tradicionales que parecían estar en una fase de madurez o declive.

¿Cómo innovar en sectores tradicionales?

Algunos de los aspectos que puede adaptar a la actualidad cualquier emprendedor que trabaja en un sector tradicional son los siguientes:

· Personalización. Hay que ofrecer la posibilidad de elaborar un producto del todo diferenciado y personalizado de acuerdo a las preferencias del consumidor. A diferencia de las grandes cadenas que elaboran series de productos estandarizados, añadir o variar un pequeño detalle puede otorgar una propuesta de valor por la que, además, el cliente puede estar dispuesto a desembolsar una cantidad mayor.

· Proximidad. El hecho que sea una persona conocida, próxima y hasta del mismo barrio quien realice el producto o servicio es otro aspecto a remarcar. Los productos que compramos, en muchos casos, son hechos en países muy lejanos y no podemos ver físicamente quién los elabora. Contribuir a que una persona próxima pueda desarrollar su negocio y vida es un aspecto que genera satisfacción en uno mismo.

· Seguridad en los materiales utilizado. El cliente puede saber, con total seguridad, cuáles han sido los materiales que se han utilizado para elaborar el producto. De esa forma, puede asegurarse que la calidad es la que espera.

· Fomento de un estilo de vida. Son muchas las personas que añoran aquella vida de barrio donde todo el mundo se conocía y en la cual la gente iba a comprar siempre al mismo sitio y mantenían una relación con el vendedor. Es una forma de vida que contrasta completamente con el fast and food actual, donde se prima por encima de todo el consumo rápido y voraz. No solamente gente mayor apuesta por este estilo de vida anterior, también gente joven con una visión crítica del desarrollo actual idealiza aquellos tiempos y quiere transportar una parte de ellos a la actualidad.

· Posibilidad de acceder a las instalaciones. Actividades como por ejemplo los talleres abiertos son una oportunidad para aproximarse a la gente del entorno y enseñar cómo se elabora el producto y todo el trabajo que hay detrás. Es un elemento no solamente de captación de nuevos clientes, también de fidelización. Si el cliente percibe que se trabaja en un entorno limpio, con los materiales y condiciones adecuadas y que el procedimiento que se utiliza es el que se explica, querrá seguir confiando en aquella persona.