El Ibex 35 sube un 0,62% tras el desplome del viernes negro y no logra recuperar los 8.500 puntos

Todavía con el «susto en el cuerpo» el Ibex 35 reduce las subidas en la última parte de la sesión y cierra el lunes con una subida del 0,62%, que le lleva hasta los 8.455,20 puntos, tras las fuertes caídas del viernes ante la nueva variante de coronavirus ómicron surgida en el Sur de África. El selectivo de la bolsa española se alinea con las principales bolsas europeas, que siguen muy de cerca las noticias que se van conociendo sobre la nueva cepa y, sobre todo, las relativas a las decisiones que vayan anunciado las distintas autoridades para combatirla.

“Si ya últimamente la pandemia había venido lastrando el comportamiento de los mercados de renta variable como consecuencia de la nueva ola que afecta a la mayoría de los países europeos en la actualidad, la noticia de la aparición de la variante ómicron va a incrementar su peso como factor de riesgo, condicionando la evolución de las bolsas y de los mercados de bonos, al menos en el corto plazo”, indican los analistas de Link Securities.

Este lunes, ACS lidera las subidas del Ibex 35. La constructora presidida por Florentino Pérez suma un 2,47%; por delante de Fluidra y de Amadeus, que se revalorizan un 2,43% y un 2,36%, respectivamente. Por el contrario, Grifols cae un 2,53%, en el mayor descenso del selectivo, seguido de Meliá, que cede un 1,92%, y de BBVA, que recorta un 0,90%.

En el mercado continuo, Berkeley se hunde un 11,22%. La compañía ha decidido estudiar «de inmediato» las opciones legales disponibles contra la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de rechazar la autorización para la construcción de una planta de uranio en Salamanca. Por el contrario, Grupo Insur encabeza las ganancias de la Bolsa española al sumar un 8,03%.

El Ibex 35 ha seguido este lunes la misma tendencia que el resto de índices europeos, que cierran la jornada alejados de los máximos del día. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha advertido de que la economía europea se encuentra en una encrucijada en la que se observa, por un lado, una recuperación clara, mientras que, por otra parte, aumenta la incertidumbre derivada de los problemas de oferta y los rebrotes y nuevas variantes del coronavirus. Si bien ha subrayado que en estos momentos hay «una recuperación clara en curso», con un crecimiento esperado en torno al 5% en la zona euro, el crecimiento del cuarto trimestre «ha perdido un poco de fuelle», aunque las previsiones apuntan a que la economía europea crecerá también con intensidad en 2022.

Más allá de ómicron

En cualquier caso, la atención de los mercados se mantiene sobre la variante ómicron, en el inicio de una semana en la que también se publicarán importantes referencias macroeconómicas. Entre ellas, destaca el dato de empleo de noviembre de EEUU teniendo en cuenta la preocupación del mercado sobre una aceleración en el ritmo de retirada de estímulos ante el elevado nivel de inflación y la solidez de la economía estadounidense.

En la eurozona se conocerá el IPC preliminar de noviembre y los datos finales de PMIs compuesto, manufacturero y servicios del mismo mes. Asimismo, el próximo miércoles la OCDE publicará sus estimaciones económicas.

Un día después tendrá lugar la reunión de la OPEP+ en la que se comprobará cuál es la reacción de los países productores de petróleo respecto a la liberación de reservas estratégicas por parte de EEUU y otros países, especialmente ante una potencial desaceleración de la demanda. Según han indicado fuentes oficiales rusas, los miembros del cártel no planean por el momento cambiar su estrategia debido a la aparición de la nueva variante del coronavirus.

Tras las fuertes caídas del viernes, el petróleo Brent de referencia en Europa sube un 3,53%, hasta los 74,19 dólares por barril, mientras que el West Texas estadounidense se revaloriza un 2,85%, hasta los 71,00 dólares.

El euro cede frente al dólar y se aleja de los 1,13 billetes verdes.

La prima de riesgo de España se reduce hasta los 74,9 puntos básicos, con el interés del bono español a 10 años en el 0,43%.