El ‘hachazo’ de Sánchez y la tasa catalana elevan al 31% el porcentaje de impuestos que paga Endesa
El impuestazo aprobado por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, para el sector energético y la banca, unido a la tasa ambiental impuesta por la Generalitat catalana ha elevado el porcentaje de impuestos que ha pagado Endesa en el primer trimestre del año al 31%, frente al 23% que pagó en el mismo periodo de 2022, según los datos enviados por la energética a la CNMV. El sector ha recurrido este impuesto que, a diferencia de lo que ocurre en otros países de Europa, grava los ingresos en lugar de los beneficios.
La eléctrica que dirige José Bogas, filial de la italiana Enel, ha pagado en este primer trimestre 208 millones de euros por el impuestazo, pese a lo cual ha ganado un 76% más por la caída de los precios del gas. Además, ha abonado a la Generalitat catalana 38 millones por la tasa ambiental, un 22% más que en el primer trimestre de 2022 -pagó 31 millones- después de la modificación aprobada por los independentistas en abril de 2022.
Con estas tasas especiales, Endesa ha elevado al citado 31% el porcentaje de impuestos que ha abonado en este inicio de año. Según explica la eléctrica, sin este nuevo hachazo de Sánchez el porcentaje habría sido del 25%.
En una situación similar se encuentra Iberdrola, la otra gran energética del país. En el caso de la vasca, la tasa impositiva en el primer trimestre del año ha sido del 26,5%, frente al 19,9% del primer trimestre de 2022. De nuevo, explica la compañía a la CNMV, el incremento se debe principalmente al impuestazo de Sánchez. Iberdrola ha pagado en el trimestre más de 1.100 millones en impuestos, un 102% más que el año anterior.
Las dos grandes eléctricas del país han pagado en este primer trimestre más de 400 millones de euros al fisco por el nuevo impuesto. En total, el Gobierno ha ingresado 1.500 millones de bancos y energéticas.
Elevar la presión fiscal de Endesa hasta el 31% y la de Iberdrola al 26% deja sin argumentos al Gobierno, que ha lanzado numerosas críticas contra las empresas por, supuestamente, pagar pocos impuestos. También los sindicatos han pedido al Ejecutivo que subiera el Impuesto de Sociedades a las empresas alegando que pagaban menos que en otros países.
La realidad es que la presión fiscal en España es superior ya a la media europea, según ha destacado un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), con los datos de 2022. Este año, con el nuevo impuesto en el caso de bancos y energéticas, será superior y supone un golpe a la competitividad de las empresas españolas sobre sus rivales a nivel europeo y mundial.