¿Habrá una próxima subida de tipos?

Durante los años de burbuja inmobiliaria, el crédito fluyó de forma desenfrenada por parte de algunas entidades financieras. Se otorgó financiación a empresas (como constructoras o inmobiliarias) y particulares que gozaban con pocas garantías de pago. Una vez estalló la crisis, los impagos afloraron hasta el punto de llegar a una cifra superior al 13%.

Consecuencia de ello, los bancos cambiaron de actitud y fueron más estrictos y exigentes en la concesión de la financiación. Este hecho, junto a la bajada de los tipos de interés, provocó que las entidades decidieran ser mucho más cautelosas. Tal política ha sido criticada por algunas pequeñas y medianas empresas que, siendo sólidas y solventes, se han visto arrastradas por esta situación.

Tendencias futuras

La tendencia comentada con anterioridad puede sufrir un cambio en los próximos años si se cumplen las previsiones. Algunos de los aspectos que podrían reavivar el crédito son los siguientes:

• Aumento de los tipos de interés: presumiblemente, una situación como la actual variará. Mantener un Euríbor por debajo del 0% durante tanto tiempo es del todo inasumible y se proyecta como una medida temporal a la espera que la situación económica en Europa mejore.
• Disminución de la tasa de morosidad: según los últimos datos, la morosidad del sector financiero se ha reducido hasta el 9,168%, por debajo del 13% donde llegó a estar en sus peores momentos. Aunque no deja de ser una cifra considerable, si persiste tal tendencia puede que las entidades tengan mayor margen para ir desahogadas y ofrecer mayor financiación otra vez.
• Crecimiento económico: durante los últimos años, los países de la Unión Europea han sumado tasas de crecimiento muy bajas. Ahora bien, se espera que la situación mejore ya este año y en especial el 2018, cuando podría haber una primera considerable subida de tipos.
• Incremento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal: en Estados Unidos, dado que han asegurado un crecimiento económico considerable, ya se ha empezado con una subida de tipos que irá en progresión durante los próximos meses. Tal comportamiento es normal que sea replicado.

¿Qué amenazas hay sobre este posible crecimiento?

Todas estas perspectivas positivas podrían verse alteradas por situaciones políticas. La Unión Europea tiene abiertos distintos frentes que tendrá que saber manejar para no ver comprometido su futuro:

• Negociaciones del Brexit: parece que, por parte del Reino Unido, se ha apostado por un Brexit “duro” de consecuencias inciertas. Por un lado, se rompe el mercado común europeo, hecho que puede afectar a las exportaciones. Ahora bien, desde un punto de vista financiero, importantes corporaciones hablan de trasladar sus centros de decisión en Irlanda o Alemania.
• Elecciones en Francia: en un principio, parece muy improbable que Marine Le Pen dé la sorpresa y consiga imponerse en una segunda vuelta. Ahora bien, dados los últimos acontecimientos, es importante no descartar nada. Su victoria causaría una gran inestabilidad por el riesgo de políticas regresivas o su apuesta porque Francia salga de la Unión Europea.
• Relación con Turquía: en un referéndum cuyos resultados se han puesto en duda por posible fraude, Erdogan ha conseguido el objetivo de llevar Turquía a un régimen presidencialista. Se trata de un país clave en temas tan complejos como, por ejemplo, la guerra de Siria, y con el cual existen acuerdos comerciales que pueden verse comprometidos.