Economía
Análisis

GSCI vs. SP500, ¿mínimos históricos?

En las últimas semanas he recibido un informe que corre como la pólvora entre las mesas de negociación y de gestión de activos de nuestras principales empresas de servicios de inversión, un informe que explica el evidente gap que existe entre el comportamiento de las materias primas y el índice GSCI (Goldman Sachs Commodities Índex) compuesto principalmente por los precios de la energía y con un variado de materias primas agrícolas e industriales, así como una residual incorporación de los metales.

“El riesgo es la posibilidad incierta de una pérdida. Si se pudiera cuantificar el riesgo exactamente, ya no sería un riesgo” Ed Seykota

Dicho informe expone la oportunidad que se ha generado a largo plazo dado que en primera instancia se alinean 4 circunstancias que solamente han coincidido 4 veces en los últimos 100 años, y que estas 4 veces han generado una oportunidad extraordinaria a la hora de invertir en empresas relacionadas con las materias primas.

Dichas circunstancias coincidentes son; un gap entre la rentabilidad de las materias primas con respecto de Bolsas y bonos (actualmente en mínimos históricos como podemos observar en el gráfico), una fuerte tendencia bajista previa en el sector de las materias primas (algunos sectores cotizados en el NYSE han dividido su cotización por 4 ó por 5, mientras que en sectores tecnológicos o de consumo han multiplicado por 5), un prolongado ciclo monetario expansivo (actualmente en el ciclo expansivo monetario más importante de la historia bajo programas no convencionales de flexibilización monetaria cuantitativa) y una etapa de especulación financiera (actualmente con la burbuja de las criptomonedas, de las FAANG, de las empresas del sector marihuana, o de casos específicos como Tesla o el NASDAQ100 en general; así como en los activos de renta fija).

«La vuelta a lo tradicional es uno de nuestros claros temas de inversión»

A todo ello, hay que sumarle niveles de Margin Debt (nivel de apalancamiento que sujeta la renta variable) en máximos históricos y un estado de complacencia que ha deprimido algunos activos con respecto de los sectores de moda, dejando una oportunidad que ciertamente como cabezas de Blackbird nos llama la atención desde hace ya considerable tiempo. De hecho, junto con la movilidad y el cambio energético, la vuelta a lo tradicional es uno de nuestros claros temas de inversión.

Otro de los argumentos que dan sentido a esta teoría, parte de ver la primera página de Forbes, donde Jeff Bezos encabeza la primera posición de los hombres más ricos del mundo, junto con los fundadores de Microsoft, Google o Facebook. Históricamente, en momentos de sobrevaloración sectorial, siempre en la antesala de una profunda corrección de la exageración del mercado, los dueños de las empresas de moda han abanderado dicho prestigioso listado.

«Si entendemos las Leyes del mercado que parten de la oferta y la demanda, no es difícil adivinar a dónde han ido a parar los casi 10 trillions que imprimieran los principales Bancos centrales del mundo»

Sin ir más lejos, lo vivimos en España en 2007 cuando la estirpe de promotores españoles también abanderaba los consejos de administración de las principales compañías de España, como por ejemplo la aparición en el Forbes de Enrique Bañuelos (dueño de Astroc), o la compra de Manuel Jove (dueño de FADESA) del 5% del BBVA, o incluso recuerden la compra de Repsol por parte de Sacyr. Lógico si entendemos que el patrimonio se valora por el precio de las acciones y que éstas han provocado que capitalizar por 100 billions no sea un hito, llevándolo incluso a lo vulgar con respecto a la grandeza de las empresas que como Apple o Amazon han llegado a valer más de un trillion de USD americanos; ¡casi nada señores! Si entendemos las Leyes del mercado que parten de la oferta y la demanda, no es difícil adivinar a dónde han ido a parar los casi 10 trillions que imprimieran los principales Bancos centrales del mundo.

Como siempre mantengo en el Trading hay que buscar el equilibrio entre la oportunidad táctica de momento o la oportunidad estratégica de valor. El equilibrio entre momento y valor es absolutamente crucial puesto que confundir los términos nos lleva a desproporcionar los riesgos si vamos tras los precios o a perder la paciencia, antes de que nuestras inversiones generen valor a largo plazo. Y en ello estamos, con la ardua tarea de cuantificar los riesgos, ya que como decía Ed Seykota; el arte de cuantificar los riesgos los elimina, puesto que al fin y al cabo, ¡no se engañen! esto va de gestionar los riesgos y comprender las oportunidades.

«A largo plazo las commodities serán el mejor tema de inversión que exista, pero que a día de hoy todavía entiendo temprano»

Buscar empresas cíclicas con balances saneados y costes de extracción reducidos, son dos de los puntos clave que buscamos actualmente en Blackbird. Comprender que la brutal crisis en el sector de las materias primas ha provocado el cierre de muchas plantas de producción o achatarrado cantidad enorme de navieras, es caldo de cultivo para ver un proceso de estrangulamiento en los precios justo en el momento en que la demanda vaya en aumento, circunstancia que hay que comprender más que bien para ir buscando oportunidad estratégica a largo plazo en el sector de las commodities en el instante en que momento técnico y valor sean coincidentes, puesto que estoy convencida que a largo plazo las commodities serán el mejor tema de inversión que exista, pero que a día de hoy todavía entiendo temprano.

El saneamiento de los excesos en Wall Street es necesario para pasar a una nueva etapa; la de las commodities. Y en ella, nos les quepa la menor duda que me van a encontrar. ¿Me acompañan?