Economía

Gracias a la digitalización avanzamos hacia una movilidad mucho más inteligente en las ciudades

Uno de los grandes retos que tenemos como sociedad moderna es la descarbonización. Un proceso en el que están implicados varios aspectos que deben mejorar y, entre ellos, sin duda, está la movilidad dentro de las grandes ciudades. Ya hay varios proyectos urbanísticos impulsados desde el sector público y privado de gran ambición enfocados a bajar las emisiones de CO2 de la atmósfera, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que esperan que en 2050 las emisiones sean neutras.

Se han creado, por ejemplo, las conocidas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Una herramienta que limita el tráfico en determinadas partes de las urbes con el fin de mejorar el tráfico, hacerlas más transitables para transportes sostenibles y personas, bajar la contaminación acústica y, por supuesto, hacer descender las emisiones de dióxido de carbono. De hecho, se trata de una iniciativa que cuenta con el respaldo de la reciente Ley del Cambio Climático y Transición Energética de la legislación española, la cual obliga a los municipios y ciudades de más de 50.000 habitantes a instaurar este tipo de herramientas para construir entornos más saludables.

La movilidad sostenible y su poder de transformación

Paralelamente a estas medidas, también se han desarrollado proyectos muy novedosos en materia de movilidad sostenible como las flotas de carsharing, bicicletas y patinetes eléctricos compartidos, aparcamientos controlados y se ha modernizado el transporte público haciéndolo funcionar a través de energías limpias como el hidrógeno verde o la electricidad intentando seducir a los pasajeros. Mientras, también el sector automovilístico camina firme hacia un proceso de descarbonización sustituyendo los combustibles fósiles por energías alternativas, invitando a los ciudadanos a renovar su coche por otros menos contaminantes.

En todo este procedimiento, la tecnología y la digitalización juegan un papel imprescindible para que el funcionamiento sea pleno y correcto, por eso desde el sector privado ha apostado por la innovación como elemento fundamental de desarrollo sostenible. En este sentido, Abertis Mobility Services (AMS), filial de Abertis experta en la implantación de servicios de tecnología punta en la gestión de infraestructuras urbanas e interurbanas, tiene –y tendrá– un papel muy importante en la gestión de estas ZBE y, por tanto, a la construcción de ciudades más sostenibles.

Ya que, además, y según datos de la ONU, alrededor de 4.000 millones de habitantes viven en las ciudades, una cifra que, previsiblemente, aumentará. La organización calcula que el 60% de la población mundial en 2030 estará viviendo en las ciudades, cifra que se elevará al 70% en 2050. Es decir, alrededor de 1.500 personas se incorporarán a las ciudades en las próximas décadas y, por tanto, también la presencia de coches aumentará, teniendo en cuenta que en España se venden alrededor de un millón de coches al año, según Anfac. El reto, de este modo, está claro: más personas y más coches en las ciudades requieren una gestión inteligente y sostenible del tráfico.

Gestión flexible y ad hoc de las Zonas de Bajas Emisiones

Desde Abertis Mobility Services llevan años trabajando en su plataforma propia de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), una gestión flexible y escalable que implementan a través de un detallado análisis de las necesidades de las ciudades y haciendo una asesoría para los ayuntamientos con el fin de hacer un sistema ad hoc. Además, también se encargan de la operación y gestión del servicio end to end, gestionando directamente las consultas de los ciudadanos; así como establecer campañas de comunicación y sensibilización entre la población con el objetivo de suavizar la aceptación de la normativa en los centros urbanos.

Un ejemplo de la implantación de la plataforma de ZBE está en Pamplona. El Consistorio de la ciudad navarra ha encargado la implementación del proyecto de la Zona de Bajas Emisiones a la UTE Abertis Mobility Services (AMS) – i3i Ingeniería Avanzada. Concretamente, se hará una instalación de 50 cámaras aforadoras que permitirán recolectar la movilidad en la ciudad, identificarán el parque de vehículos circulantes según etiqueta ambiental, generará informes de matrices origen y destino agregadas, y medirá los tiempos de recorridos. De este modo, con este proyecto Pamplona conseguirá tener datos reales de la movilidad de la ciudad que permitirán la planificación y la futura evolución de un espacio sostenible, eficiente, digitalizado y moderno.

Además de las Zonas de Bajas Emisiones en las grandes ciudades y controlar el acceso de los coches más contaminantes, también los expertos abogan por seguir tomando más medidas que transformen los espacios urbanos. Desde los ayuntamientos como desde la UE y el Ministerio de Transición Ecológica, se aboga por la aplicación de una tasa con los mecanismos del pago por congestión o contaminación y una tarificación de acceso en función del tráfico.

Tasas para acceder al centro de las ciudades

Unas medidas de construcción y disuasión que ya han sido implementadas en ciudades con Londres y donde, además, se han conseguido datos interesantes. En 3 años se consiguió reducir en un 50% el número de vehículos antiguos y contaminantes en el centro de la ciudad, lo que se traduce en 17.400 coches contaminantes menos y el equivalente a un atasco de 48 km de largo. Con esta limitación de entrada a los vehículos, se consiguió una reducción del 44% del dióxido de nitrógeno (NO2) y una reducción del 94% de los londinenses afectados por la mala calidad del aire. Además, se logró la reducción en un 30% de los retrasos por atasco y el aumento del uso del transporte público en un 18%.

En definitiva, se prevé que la instalación de las ZBE propiciará la renovación de coches más contaminantes por otros que lo son menos y reducir así la polución y contaminación en las ciudades. Y, además, evitar la entrada masiva de vehículos privados en las ciudades, favoreciendo el uso del transporte público, reduciendo la congestión, los accidentes de tráfico y la contaminación, mejorando así la salud y seguridad de las personas.