El gesto inocente en tu terraza que te costará 750 euros: la nueva multa de Madrid que nadie se esperaba
Algo que haces en tu terraza y que puede hacer que te pongan una multa de 750 euros
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En Madrid han vuelto a sacar a la luz unas normas que aunque ya existen desde hace años, era raro que acabaran aplicándose o de hecho, muchos las desconocían. Pero ahora la cosa cambia. La ciudad, cada vez más llena de turistas y con barrios que no dejan de crecer, necesita un control mayor para mantener la convivencia y la buena imagen de sus calles. El Ayuntamiento lo tiene claro: quiere recordar a los vecinos que hay costumbres muy comunes que, aunque a simple vista no parecen tener importancia, están prohibidas. De hecho, es importante tenerlo en cuenta y saber de qué se trata ya que hay incluso una nueva multa en Madrid si haces esto en tu terraza.
El plan no se limita a barrer y recoger basura. Lo que se busca es también conservar la estética de los edificios y evitar roces entre vecinos. Por eso, lo que hasta hace poco parecía una simple rutina, tender ropa en un balcón, sacudir una alfombra desde la ventana o colgar una bandera en la fachada, ahora puede convertirse en motivo de multa en Madrid. Y aquí viene lo que más sorprende: las sanciones no son pequeñas. Si hablamos de infracciones leves, como las mencionadas, la cifra puede llegar hasta los 750 euros. Pero en el caso de conductas más graves, como los grafitis, el botellón o dejar bolsas de basura fuera de sitio, el golpe al bolsillo puede ser de hasta 3.000 euros. Motivo suficiente para pensárselo dos veces antes de repetir ciertas prácticas.
La multa en Madrid por lo que haces en tu terraza
La revisión de estas ordenanzas no surge de la nada. El Ayuntamiento busca equilibrar el día a día de los madrileños con la imagen internacional de la capital. El turismo masivo convierte a la ciudad en un escaparate y, en ese contexto, las autoridades consideran esencial que las calles luzcan limpias, ordenadas y sin elementos que puedan generar conflictos vecinales o una mala percepción entre los visitantes. En otras palabras: reforzar la convivencia y proyectar una ciudad más agradable para quienes la habitan y para quienes la visitan.
Acciones cotidianas que ahora pueden sancionarse
Uno de los puntos que más sorpresa ha generado es la atención especial a los balcones y terrazas. Sacudir alfombras, manteles o ropa desde las ventanas, tender prendas visibles o colgar banderas en la fachada ya no será tolerado con la misma flexibilidad que hasta ahora. Estas prácticas, habituales en muchos barrios, pueden acarrear multas que rondan los 750 euros. Incluso gestos que parecían inofensivos, como mostrar símbolos o colores determinados en los balcones, se incluyen en esta vigilancia. Con ello, el Ayuntamiento persigue una mayor uniformidad en la estética de los edificios y, al mismo tiempo, evitar enfrentamientos vecinales por motivos políticos o personales.
Multas más duras: grafitis, botellón y basura en la calle
Si nos movemos a otro nivel, entran en juego las sanciones que afectan de lleno al espacio público. En este caso la cosa se endurece un poco ya que no estamos hablando de pequeñas costumbres en casa, sino de conductas que deterioran directamente la ciudad: pintar grafitis en muros o en mobiliario urbano, hacer botellón en la calle o abandonar bolsas de basura fuera de los lugares permitidos. Si realizas algunos de estos actos en las calles de Madrid, las cifras cambian por completo y la multa puede alcanzar los 3.000 euros. El Ayuntamiento insiste en que quiere cortar de raíz estas prácticas porque son las que más dañan la imagen de la ciudad y también como no, la convivencia diaria de los vecinos.
Reglas distintas según el barrio
Otro detalle que no siempre se tiene en cuenta es que la normativa no es exactamente igual en toda la ciudad. Hay barrios que, por la presión turística o por su diseño urbano, cuentan con ordenanzas más estrictas. Incluso dentro de un mismo distrito puede haber diferencias con la normativa a seguir. Además, antes de hacer cualquier cambio en la fachada de un edificio (desde colgar una bandera hasta instalar un aparato de aire acondicionado) conviene echar un vistazo a los estatutos de la comunidad. Muchas veces son más restrictivos que las normas generales del Ayuntamiento, y pasar por alto ese punto puede acabar en un problema mayor.
Vecinos vigilando y denuncias al detalle
Por último señalar que no hace falta que la policía esté siempre presente para que haya sanciones. En realidad, basta con la denuncia de un vecino para que se inicie un expediente. Esto significa que cualquier persona que se sienta molesta por una práctica concreta puede ponerlo en conocimiento de las autoridades, y a partir de ahí se abre el proceso sancionador. El Ayuntamiento quiere que los ciudadanos se impliquen en mantener el orden, aunque también es evidente que esta medida puede generar tensiones entre vecinos y dar lugar a más de un conflicto.
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