Economía
Inversión

La fortaleza del Loonie, única duda para Poloz mientras Draghi y Powell se preparan para la tormenta

Una vez que se ha relajado la guerra comercial tras la tregua entre Trump y Xi del pasado G20, los inversores vuelven ahora a buscar el anhelado soporte de los bancos centrales tras su reciente mensaje de más estímulos, más liquidez y posibles bajadas de tipos de interés. Una idea que buscan reafirmar esta semana con multitud de frentes abiertos empezando por la propia Reserva Federal, y la doble comparecencia en el congreso de Jerome Powell, y también del BCE con las actas de su última reunión en la que Mario Draghi abría la puerta a ajustar su política y bajar tipos si la economía y la inflación siguen desinflándose.

El problema para este nuevo discurso de los bancos centrales es que la economía norteamericana sigue resistiendo a todo y a todos, a pesar de la desaceleración más que evidente en todas las regiones con China y Europa seguramente a la cabeza. El crecimiento sigue estando por encima del 3% en este año 2019, y el último dato de empleo superaba el viernes expectativas con más de 200.000 puestos de trabajo generados en junio, muy por encima de las expectativas y con una tasa de paro que sigue moviéndose cerca de mínimos de 50 años, lo que nos lleva a la pregunta que dejaba en el aire la semana pasada. ¿Realmente es necesaria ya una bajada de tipos en EEUU o el posible movimiento de Powell responde más bien a las presiones de Trump?

Lo mismo le va a pasar a Stephen Poloz, el gobernador del Banco de Canadá, cuando salga mañana ante los periodistas tras la decisión de tipos de la institución a explicar por qué en su opinión los tipos deberían subir, bajar o mantenerse en el corto-medio plazo. Hasta ahora había mantenido un tono cauto hablando de “corrientes cruzadas” que invitaban a pensar en que se mantenía el Wait and see y el momento de pausa en la normalización de su política monetaria que le ha llevado a subir las tasas 5 veces desde finales de 2017. Lo cierto es que los últimos datos siguen siendo mixtos y reafirmarían esta tesis.

El crecimiento es más moderado, y el dato de empleo del viernes mostró una pérdida de 2.000 puestos de trabajo, pero la inflación sigue por encima del objetivo del 2%, lo que da relativa tranquilidad a Poloz a la espera de lo que pueda hacer Powell el próximo 31 de julio. Pero sí hay otra fuente de preocupación para el Banco de Canadá y es precisamente la fortaleza que está mostrando este año el dólar canadiense, el Loonie, que se ha revalorizado ya un 4% en lo que va de año ante la creciente expectativa de que la Fed recorte tipos frente al tono Hawkish que había mantenido Poloz hasta ahora.

Mucho se está hablando de la necesidad de bajar los tipos de interés, pero lo cierto es que hasta el momento ni la economía de Canadá ni la de EEUU parecen necesitar recortes de tasas de forma urgente. Sus bancos centrales hablan de ponerse el chubasquero para hacer frente a la tormenta pero mientras tanto el sol sigue brillando y los pajarillos cantando.