Economía
Se suma a otros organismos internacionales que han recortado estimaciones

Nuevo revés del FMI a Calviño: baja su previsión de crecimiento al 4,6% y alerta sobre pensiones y deuda

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus previsiones de crecimiento para España, que ahora sitúa en el 4,6% este año y en el 5,8% en 2022, debido a la incertidumbre que persiste por la pandemia de la Covid-19 y otros factores como los problemas en la cadena de suministro, y lanzó sendas advertencias sobre la reforma de las pensiones y el fuerte endeudamiento.

En su revisión anual de la economía española, publicada este miércoles, el Fondo recortó así en 1,1 puntos su previsión para este año -que en octubre situaba en el 5,7%- y en seis décimas la del que viene, ya que en su anterior estimación calculaba un avance del 6,4%.

Aunque hizo un balance positivo sobre la mejora de la actividad y la «robusta» recuperación del empleo en España, y subrayó el exitoso plan de vacunación y las ayudas públicas para salir de la crisis, el FMI advirtió de la «elevada incertidumbre» que sigue trayendo la crisis sanitaria y cree que el ritmo de la recuperación dependerá de la magnitud y duración de los problemas en la cadena de suministro.

El FMI destacó que la nueva ola de infecciones del coronavirus con su última variante ómicron eleva los riesgos sobre la actividad, especialmente si las nuevas cepas reducen la eficacia de las vacunas.

Por otra parte, opina que una cierta relajación en el ahorro de los hogares puede llevar a que se recupere la demanda interna. Además, apuntó que el ritmo de absorción de los fondos de recuperación europeos y el grado de eficacia de su uso marcará el crecimiento de los próximos años.

El organismo pidió también que las negociaciones salariales «interioricen» que la naturaleza de la elevada inflación actual es «transitoria» y eviten «un ciclo vicioso de sueldos más elevados».

El FMI prevé que la inflación continuará en niveles altos por los elevados precios de la energía y los embotellamientos en el suministro, aunque pronosticó una moderación en la segunda mitad del próximo año, según señaló en un encuentro telemático Dora Iakova, jefa de la misión para España del FMI.

Respecto a la reforma de las pensiones, Iakova incidió en que deberá contar con aceptación social, pero los actores que participen en las negociaciones tendrán que ponerse de acuerdo para reducir el gasto y aumentar los ingresos.

El Fondo destacó que la subida de las pensiones en consonancia con la inflación supondría un aumento del gasto anual en pensiones de hasta 3,5 puntos del PIB para 2050. Tras reconocer que se espera que dicho aumento pueda compensarse con otras medidas como los incentivos a la jubilación tardía y el aumento de las cotizaciones, insistió en que para preservar la sostenibilidad del sistema hay que hacer «esfuerzos adicionales».

Entre ellos apuntó a la contención del gasto con la ampliación de la vida laboral y el aumento de ingresos elevando las ganancias máximas sujetas a contribución. «Estas medidas tienen que incorporarse en la segunda fase de la reforma», afirmó Iakova, y avanzó que esa parte del proceso será difícil pero es necesario para que la reforma sea «sostenible y creíble».

Consolidación fiscal

El organismo también recomendó a España que se vaya preparando para ir recortando su elevada deuda acumulada por las medidas adoptadas por el Gobierno para apoyar a la economía durante la pandemia. En este sentido, Iakova advirtió de que la alta cifra de deuda supone una «vulnerabilidad» para España, ya que, si bien los tipos de interés ahora están en niveles bajos, subirán en el futuro. «Sería bueno si se identifican pronto medidas», aconsejó, en referencia a planes económicos a medio plazo.

El FMI señaló que con el tiempo España tendrá que llevar su deuda pública -que es del 120% del PIB- a niveles «más prudentes» y tener margen para poder hacer frente a futuras conmociones.

En cualquier caso, auguró que el déficit seguirá estando a medio plazo por encima de los niveles previos a la pandemia y cree que se debe apostar por la consolidación fiscal una vez que el crecimiento económico sea sostenido.