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La Eurocámara eleva al 45% el objetivo de reducción de emisiones de CO2 para 2030

La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha votado a favor de elevar al 45% el objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para coches y furgonetas de cara a 2030.

La Eurocámara ha apoyado el informe elaborado por la socialista maltesa, Miriam Dalli, en el que se el eleva objetivo de reducción de emisiones de CO2 para coches y furgonetas al 20% para 2025 y al 45% para 2030, frente al 15% y al 30% que propuso la Comisión Europea (CE), respectivamente.

El informe de Dalli ha sido aprobado con 38 votos a favor en la Comisión y ahora tendrá que ser ratificado en una votación del pleno del Parlamento Europeo que tendrá lugar entre el 1 y el 4 de octubre. Sin embargo, se trata de la posición del Hemiciclo de cara a las negociaciones que comenzarán posteriormente con el Consejo de la UE, la institución que representa a los Estados miembros.

ACEA da la voz de alarma

La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) ha dado la «voz de alarma» y se ha mostrado «muy preocupada» por el resultado de la votación.

«Estamos muy preocupados por la dirección tomada por la Comisión de Medio Ambiente. Los niveles de reducción extremadamente estrictos adoptados son totalmente irreales, ya que requerirían un cambio masivo y repentino a la electromovilidad. Las condiciones marco para tal cambio claramente no están en su lugar, y los consumidores simplemente no están listos para ser completamente eléctricos», ha advertido el secretario general de ACEA, Erik Jonnaert.

Jonnaert ha querido dejar claro que los fabricantes europeos están «totalmente» comprometidos en avanzar hacia una movilidad sin emisiones, pero reclama una transición no apresurada.

«Es vital para nuestra industria y sus trabajadores, los consumidores y para los Estados miembro, que debe garantizar una red de infraestructura de recarga suficiente», añadió.

ACEA subrayó también que la posición de la Comisión no representa a toda la Eurocámara y que contrasta «fuertemente» con las posiciones de otras comisiones involucradas.

«Esperamos que el Parlamento Europeo aproveche la oportunidad para volver a examinar esta propuesta y alinearla más con la realidad», sentenció Jonnaert.