El Euríbor no superará el cero hasta 2030 mientras la banca empuja a sus clientes a contratar tipos fijos
Las previsiones actualizadas del consenso de los analistas estiman que el Euríbor no volverá a cifras positivas hasta finales de 2029 y principios de 2030. Con esta perspectiva, bancos como Santander o MyInvestor empeoran las condiciones de sus tipos variables.
Los últimos datos actualizados sobre la previsión de la evolución del Euríbor (el índice interbancario al que están ligadas la mayoría de las hipotecas variables) dejan claro que ni el riesgo de inflación en Estados Unidos ni sus posibles subidas de tipos cambian por el momento la previsión de los mercados: el Euríbor seguirá por debajo de cero hasta finales de esta década, pues la previsión es que toque fondo en el segundo semestre de 2021 y se mantenga en caídas y sin apenas movimientos hasta el primer trimestre de 2023.
Sólo entonces, el índice interbancario emprendería un tímido camino ascendente que le llevaría a recuperar apenas una décima por año. Si en 2026 estaría en el entorno del -0,25%, en 2029 se acercaría al cero pero sólo en un momento determinado entre el final de 2029 y el principio de 2030, el índice al que se refieren las hipotecas variables volvería a zona positiva.
Estas previsiones, actualizadas a este mismo martes, 20 de abril, han sido publicadas este miércoles 21 de abril por Moody’s cogiendo datos de Bloomberg y de la consultora de datos tecnológicos FactSet. Por supuesto, no son Tablas de la Ley escritas en piedra, y es difícil que acierten plenamente tan a largo plazo, pero sí que reflejan la curva de los swaps (contratos con un vencimiento fijado de antemano) de cómo creen los inversores y los bancos que van a evolucionar los tipos de interés teniendo en cuenta el volumen de liquidez que hay en el sistema.
A 30 años
Los swaps del Euríbor a más largo plazo, que incluyen en el análisis de Moody’s vencimientos hasta 2051, son bastante menos fiables pues la historia ha demostrado que es imposible prever las variables con un periodo tan largo, pero en este caso estiman que desde el año 2036 y hasta el 2051, el Euríbor a 12 meses, el que se utiliza para la gran mayoría de las hipotecas variables en España, quedará en el entorno del 0,5%.
Esta previsión haría que buena parte de los contratos de hipotecas fijas que los clientes están firmando en estos últimos meses pagarían más interés que si fuera variable durante toda la vida del préstamo.
Suben las variables
Coinciden con estas previsiones de un Euríbor estancado, paralizado en cifras históricamente bajas -en abril está a punto de marcar cifras que estarán muy cerca del -0,487%- que marca por tanto que los hipotecados con hipotecas variables, todavía la mayor parte de los que tienen un contrato de crédito inmobiliario en España, estén ahorrándose millones de euros cada mes en sus cuotas.
Este fenómeno, que ya lleva años produciéndose con el Euríbor en negativo desde 2016, está siendo contrarrestado por las entidades bancarias, que tratan de blindarse frente a la evolución tan negativa del índice interbancario encareciendo y escondiendo, cuando no directamente eliminando, su oferta hipotecaria con tipos variables. En los últimos meses ya se ha hecho mucho más evidente cómo todas las entidades están fomentando los créditos a tipo fijo.
Por ejemplo, según HelpMyCash, dos bancos han subido sus condiciones de tipos de interés durante el primer trimestre para que sus clientes no se vayan a las variables. Se trata de Banco Santander y MyInvestor, la división online de la entidad andorrana Andbank.
El banco de Ana Botín ha subido el interés de sus variables desde Euríbor más 0,79% hasta Euríbor más 1,29%. Por su parte MyInvestor lo ha subido desde el Euríbor más 0,69% hasta el Euríbor más 0,79%.
Recientemente, Targobank también ha encarecido el interés inicial de su hipoteca variable (del 1,50% al 1,65% el primer año, aunque para los siguientes se mantiene en el euríbor más 0,86%), lo que invita a pensar que la banca seguirá empeorando las condiciones de estos productos para sacarles una mayor rentabilidad y para que la demanda se traslade hacia los
tipos fijos.
Cada vez más fijos
Esta estrategia está teniendo éxito y los españoles, por convicción o por que no les queda más remedio, están migrando masivamente a las hipotecas fijas. Así lo muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En enero de 2019, el 64,5% de las hipotecas eran a tipo de interés variable y el 35,5% a tipo fijo.
Doce meses después, en enero de 2020, el 58,7% de las hipotecas eran a tipo de interés variable y el 41,3% eran a tipo fijo.
Un año después, este pasado mes de enero -últimos datos disponibles-, el 51,7% de las hipotecas ya son a tipo de interés variable y el 48,3% a tipo fijo.
Con respecto a los tipos de interés medios, el tipo medio al inicio del préstamo es del 1,96% para las hipotecas a tipo variable y del 2,87% para las de tipo fijo. Es decir, los bancos tienen un 50% más de beneficio con las hipotecas fijas, lo que les da mucho margen con unas previsiones de un Euríbor estancado ‘per secula seculorum’.
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