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Un español viviendo en Alemania destapa la mayor mentira de los supermercados: «Nos toman por subnormales»

Un joven explica desde un Lidl de Alemania lo que sucede con los productos españoles en los supermercados

Alejandro, un joven español que reside en Alemania, se ha hecho viral gracias a un vídeo grabado en un supermercado en el que ha puesto el foco en algo que tiene que ver con los productos agrícolas españoles que se venden en el mencionado país, el precio de estos, y lo que pagamos en España por lo mismo pero sin que su procedencia sea realmente nacional.

El joven que se hace llamar en redes @alexab03_ ha dejado claro con su vídeo que «somos tontos», a la hora de hacer la compra en los supermercados españoles, dado que denuncia que lo que se compra en nuestro país no es ni tan siquiera nacional y encima lo pagamos más caro, si se compara con lo que vale un sólo producto español en Alemania. En concreto muestra un manojo de espárragos verdes originarios de Granada y que en Alemania, Lidl los vende por debajo de los tres euros, mientras que en España se vende un manojo similar de Perú y encima a 3,30 euros. El vídeo que ya supera los 1,3 millones de visualizaciones está generando mucho debate en torno a si como consumidores sabemos realmente lo que compramos, su procedencia y cómo funcionan el establecimiento de precios por parte de los supermercados.

Un español en Alemania destapa la mentira de los supermercados

El joven que se ha hecho viral enseña cómo un manojo de espárragos verdes etiquetado como producto de Granada, concretamente de Ventorros de San José, en Loja. Al ver el precio (2,75 euros), no puede evitar compararlo con lo que cuesta un manojo similar en España: 3,30 euros… y ni siquiera son españoles, sino importados desde Perú. “Literalmente, en España nos toman por subnormales”, dice en el vídeo que cuenta con más de 1600 comentarios en los que todo el mundo da su opinión al respecto pero también, muchos se preguntan el motivo por el que un producto nacional es más barato fuera que dentro de España y también, porqué los espárragos que se venden en España provienen de otro país.

El precio de los márgenes: ¿quién gana realmente?

El sistema actual de distribución alimentaria en España ( y también en otros muchos países) parece priorizar los beneficios de las grandes superficies y exportadoras por encima de la lógica del consumo responsable o el apoyo al producto local. Las decisiones sobre qué productos se venden y a qué precio no dependen sólo del agricultor ni del consumidor, sino de una compleja red de acuerdos comerciales, márgenes estratégicos y decisiones de stock que poco tienen que ver con el sentido común o que de hecho, se fija más en los márgenes de beneficio.

Y aquí es donde muchos empiezan a sentirse, como dice Alejandro, “tomados por tontos”. ¿Cómo es posible que en Alemania haya más producto español que en nuestro propio país? ¿Qué pasa con la famosa “marca España”? Si los supermercados alemanes pueden vender productos españoles a precios razonables, ¿por qué en España se prefiere importar alimentos de Perú o de otro país antes que abastecerse de nuestra propia agricultura? Todo tiene que ver como muchos comentan en el vídeo, con las exportaciones e importaciones. Puede que a los agricultores españoles les paguen más fuera que dentro y a la vez, en España sea más rentable vender producto extranjero que producto nacional, algo que para muchos es cuanto menos incomprensible.

Pero además, no se trata solo de una cuestión económica, sino también emocional. Hay algo profundamente frustrante en saber que el esfuerzo de nuestros agricultores se valora más fuera que dentro. En lugar de premiar la producción local, el sistema parece diseñado para marginarla. Y eso genera una doble herida: los agricultores ven cómo se devalúa su trabajo en su propio país, mientras los consumidores se sienten engañados pagando más por algo que no debería ser un lujo, sino lo más cercano posible.

Además, esta situación no solo es injusta, sino también insostenible a largo plazo. Apostar por productos de cercanía no es una moda, sino una necesidad para reducir la huella ecológica y apoyar una economía más equilibrada. Sin embargo, en España, el modelo de consumo parece ir en dirección contraria: se importa lo barato para venderlo caro y se exporta lo bueno para venderlo más barato. El resultado es una especie de absurdo económico en el que todos, salvo las grandes cadenas, parecen perder.

El vídeo de este  joven no solo ha abierto los ojos a muchos, también ha provocado un debate más que necesario, teniendo en cuenta que no son sólo los espárragos. La globalización, que en teoría nos traería más opciones y mejores precios, se ha convertido en un sistema donde la lógica del beneficio a corto plazo aplasta cualquier sentido de coherencia.

¿Y quiénes son los afectados? Pues como deja claro este joven con su vídeo, el consumidor ya que tenemos que esforzarnos en comprobar de dónde viene lo que comemos y descubrir que mucho producto que podría ser 100% nacional, no lo es en realidad, mientras que en el extranjero la apuesta por el producto español parece mayor y encima, más económica.