Economía
ENERGÍA

Enagás baja el 27% su beneficio hasta septiembre por las menores plusvalías y el efecto de la regulación

La compañía mantiene en la zona alta su previsión de beneficio para el año que puede alcanzar los 321 milloness de beneficio

Enagás ha cerrado el tercer trimestre del año con un beneficio neto de 258,9 millones de euros que supone una caída interanual del 26,7%. Los resultados obedecen a las menores plusvalías obtenidas este ejercicio y al efecto de la regulación que aminora los ingresos de la compañía que dirige Antonio Gonzalo -consejero delegado-.

La facturación del periodo, 672,7 millones registra un descenso del 5,9% frente a los nueve primeros meses de 2022. Con todo, el resultado ha sido bien acogido en Bolsa que ha mantenido a la gasista entre las estrellas del Ibex durante la sesión matinal. Pasadas las 14:30 h, Enagás cotizaba a 15,9 euros por acción, con una subida del 1,76%.

La evolución del resultado permite a la gasista mantener su previsión de beneficios para el ejercicio 2023 «en la parte alta» de la banda estimada; es decir, entre 310 y 320 millones de euros.

Los ingresos de la compañía entre enero y septiembre se situaron en 672,7 millones de euros, con una caída interanual del 5,9%. Este descenso viene motivado por dos factores: primero, el cambio en el perímetro de consolidación del grupo tras las desinversiones en la regasificadora chilena GNL Quintero y en el gasoducto mexicano Morelos.

La segunda causa radica en el cambio regulatorio (2021-2026) que supone una considerable merma de ingresos (y beneficios) de las operadoras al considerar menores costes de estructura y que, por ejemplo, no tiene en cuenta el efecto de la inflación en las tasas de transporte, almacenamiento y suministro. En los nueve primeros meses del año, el efecto de esta normativa en las cuentas de Enagás se traduce en 38,5 millones de euros menos de ingresos.

Menores plusvalías

Las ganancias incluyen la plusvalía neta por el cierre de la venta del gasoducto de Morelos por 42,2 millones. En cambio, a la misma altura del ejercicio pasado, las cuentas de Enagás incluían ajuste del valor contable de su participación en la estadounidense Tallgrass Energy (TGE) -133 millones y mayores plusvalías netas, 178,9 millones, tras la venta de GNL Quintero y la entrada de socios en su filial Enagás Renovable por 49 millones.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo alcanzó los 572 millones al cierre de septiembre y evoluciona también según lo previsto para llegar al objetivo anual de 770 millones de euros.

Mientras, el resultado de las participadas de Enagás alcanzó los 144,4 millones de euros, siendo más positivo al del año 2022, teniendo en cuenta que GNL Quintero aportó 11,9 millones de euros a septiembre 2022 y que dicho activo fue vendido al final del pasado año.

Principales magnitudes de Enagás al cierre del tercer trimestre de 2023.

Los fondos Procedentes de Operaciones (FFO) a cierre de septiembre ascendieron a 405,9 millones de euros, incluyendo el pago de los impuestos asociados a las ventas de GNL Quintero y Morelos (-71,2 millones de euros) y los dividendos recibidos de las sociedades participadas por importe de 137,5 millones de euros.

En este importe, que está en línea con el objetivo anual, se recoge el cobro del primer dividendo de Trans Adriatic Pipeline (TAP) tras su puesta en funcionamiento por importe de 42,4 millones de euros.

La deuda neta al final del tercer trimestre se redujo en 63 millones de euros, situándose en 3.406 millones de euros. El coste financiero de la deuda bruta es del 2,6%, en línea con el del primer semestre. Más del 80% de la deuda de Enagás es a tipo fijo, lo que permite a Enagás evitar buena parte del impacto de la escalada de los tipos de interés. Con ello, la ratio FFO (Funds From Operations indicador de la generación de caja de la empresa) sobre la deuda neta se situaba en 17,1% pasados los nueve primeros meses del año.

Asimismo, en estos primeros nueve meses del año, la compañía ha avanzado a un ritmo superior al previsto en la ejecución de su plan estratégico -que prevé actualizar en el primer semestre del año que viene- en sus tres ámbitos principales: seguridad de suministro en España y Europa, descarbonización con el hidrógeno como vector clave, y control de costes operativos y financieros.

En el primero de esos ejes, Enagás cerró el pasado 27 de septiembre la compra del 10% de Hanseatic Energy Hub (HEH), el consorcio que pondrá en marcha en Stade (Alemania) una unidad flotante de almacenamiento y regasificación en enero, y una terminal terrestre de gas natural licuado (GNL). La instalación estará ya preparada para operar con amoniaco verde en el futuro y se espera que entre en funcionamiento en 2027.

Además, Enagás cuenta con un acuerdo suscrito con Reganosa (tras la compra de sus gasoductos en el norte de España y el 25% de la planta de El Musel) para crear un hub energético en el noroeste de la Península.

Dentro de su estrategia con el hidrógeno, la compañía que dirige Arturo Gonzalo lanzó en septiembre la call for interest para la Red Troncal de Hidrógeno en España, un proceso abierto para conocer las necesidades de infraestructuras de hidrógeno renovable, amoníaco, oxígeno y CO₂.

Liderazgo alemán en hidrógeno

Otro de los grandes proyectos que desarrolla Enagás es la creación del gran corredor mediterráneo del hidrógeno. La instalación, conocida como H2Med, supondrá la conexión de Portugal, España, Francia y Alemania para abastecer a la mayor industria consumidora de energía de la Unión Europea.  Enagás presentó en Berlín la semana pasada el corredor H2Med, en un acto en el que el operador alemán OGE se incorporó a los operadores de Portugal, Francia y España como promotor del proyecto.

El corredor H2Med y la Red Troncal de Hidrógeno española asociada avanzan en el proceso para adquirir la calificación como Proyectos de Interés Común europeo (PCI) y ya han superado un primer corte técnico. Enagás mantiene el objetivo de que el H2Med, que le posicionará como el primer operador alemán en esta fuente de energía, esté operativo en 2030.

Mientras, el nivel de almacenamiento medio de los tanques de GNL durante los nueve primeros meses del año fue del 61% y, a 30 de septiembre, el 46% del GNL almacenado en Europa se encontraba en los tanques de las plantas españolas.