Economía
Ha elevado el tipo efectivo al 15%

Las empresas se replantean inversiones en I+D por el hachazo de Sánchez en el Impuesto de Sociedades

Las empresas, principalmente pequeñas y medianas, se están replanteando sus inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D) por la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de elevar el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades hasta el 15%, según explican fuentes conocedoras de la situación. «Al aplicar ese tipo efectivo afecta directamente a las deducciones fiscales por inversiones en I+D, lo que está llevando sobre todo a las pequeñas empresas a dejar de invertir porque no les desgrava nada», señalan estas fuentes.

En este momento las deducciones fiscales por inversiones en I+D son el 12% del gasto en proyectos de innovación tecnológica y entre el 25% y el 42% para proyectos de investigación. Además, se permiten deducciones por años anteriores. Pero eso se ha convertido ahora en un arma de doble filo, explican fuentes empresariales. «Porque con esas exoneraciones se incumple la cifra del 15% del Impuesto de Sociedades, lo que deja prácticamente inútiles las inversiones desde el punto de vista de los incentivos fiscales a la inversión», explican.

«La consecuencia es que las pymes se están replanteando hacer inversiones en investigación y desarrollo porque no les sale rentable. Es de nuevo otra mala decisión del Gobierno, porque es falso que en España se pague menos Impuesto de Sociedades que en Europa. Es al revés, se paga más, y está demostrado por numerosos estudios», señalan fuentes empresariales.

El Gobierno ha añadido en los Presupuestos Generales de 2022 la norma de aplicar el tipo efectivo del 15% en el Impuesto de Sociedades. Según el Ejecutivo, para adaptarse a las normas de los países de nuestro entorno. Dos meses después de puesta en marcha de la norma, ya se ha producido la primera consecuencia: la reducción de la inversión en investigación y desarrollo.

Justo en un momento además en el que el Gobierno ha apostado por la digitalización de la economía aprovechando los fondos europeos del rescate, 70.000 millones de euros en transferencias, que están llegando poco a poco a España. Cambio del modelo económico hacia una mayor digitalización, golpeada por la limitación de las deducciones fiscales.

Sólo el principio

Lo peor es que los empresarios esperan que todo vaya a peor en lo que se refiere a impuestos. El Gobierno está a la espera de que el comité de expertos le entregue el informe final sobre su reforma fiscal, según el mandato que le dio el Ministerio de Hacienda en abril pasado, centrado en cómo justificar una subida de impuestos.

Está por ver hasta dónde llegará la ministra, María Jesús Montero, pero se habla de subidas de impuestos al diésel y armonización fiscal entre regiones que castigaría el crecimiento del PIB a nivel nacional. El cálculo es que obligar a Madrid y Andalucía a introducir de nuevo el Impuesto de Patrimonio restaría un 1% al crecimiento nacional.