Economía

Empresarios de Cataluña: «Claro que ocurren cosas como en Decathlon, pero hay miedo a hablar»

Josep Bou, presidente de Empresarios de Cataluña, ha hablado con OKDIARIO por primera vez desde que Carles Puigdemont anunciara que el próximo 1 de octubre pretende celebrar el referéndum ilegal. Con él, hemos tratado temas tan conflictivos como el posicionamiento político del Fútbol Club Barcelona, el miedo de los empresarios a hablar sobre el movimiento independentista, Decathlon, o el propio referéndum.

Pregunta: Tenemos que preguntarle por el anuncio de la fecha del referéndum. Esto, a nivel empresarial, ¿cómo afecta?

Respuesta: La especie de parodia del otro día yo diría que fue un acto de propaganda, de venta de producto, porque realmente lo que no puede hacer la Generalitat es anunciar que va a hacer un referéndum y poco más. Esto no tiene ni pies ni cabeza. El procedimiento hubiera sido, proponerlo en el Parlamento, someterlo, votarlo y a partir de ahí, si sale positivo, firmar el Decreto y hacer que en el Diario Oficial de la Generalitat salga, y ya está. Pero no lo han hecho porque saben que en el momento en el que firman un decreto ilegal para separar Cataluña de España se estará poniendo fuera de la Ley y, claro, eso trae consecuencias.

Están jugando unas cartas con una estrategia bien marcada; pero el valor legal que tiene esa presentación no tiene ningún valor, pero sí moralmente, claro que sí. Esto hace que nos estemos encaramando hacia un callejón sin salida, que nos llevará a unas situaciones desagradables para todos.

P: Desde que se hizo pública la fecha, usted ha hablado con distintos empresarios catalanes o asentados en Cataluña. ¿Qué sensación le transmiten?

R: Hablo con empresarios todos los días. Ellos ven algo muy simple, ya que su prisma siempre es el prisma económico, y lo que ven es que esto agrava aún más la inseguridad jurídica en la cual se está instalando Cataluña.

«Esto desde luego a los empresarios les parece que es una anarquía»

Los inversores extranjeros no han acabado nunca de creerse la independencia, pero sí que en estos momentos hay una tensión, un malestar, y una incertidumbre sobre qué puede ocurrir. Lo que se ha anunciado es que se va a firmar, y si se va a firmar esto va a ser directamente un asalto a la Ley, la libertad y la democracia de Cataluña y de España.

Esto desde luego a los empresarios les parece que es una anarquía y, por tanto, están totalmente en contra de este procedimiento. Teniendo en cuenta que el referéndum jamás se podrá pactar, porque es imposible hacerlo; la Constitución deja muy claro que nunca jamás una parte puede mandar sobre el todo, ni votar sobre su destino. Por tanto, eso está clarísimo que no va a ocurrir, y lo van a hacer por la vía de la ilegalidad.

P: ¿Teme usted una fuga de empresas de Cataluña?

R: Ante esta incertidumbre las empresas están a la expectativa. El goteo de empresas que se van, que comenzó en 2012, continúa; y esto no se para. Cataluña, año tras año, tiene un saldo negativo de empresas. En el comparativo de 2016 con 2015 Cataluña ha perdido 271 empresas, es decir, se fueron 271 empresas más de las que entraron. En cambio, en Madrid hay un saldo positivo de 576 empresas. Esto es completamente anómalo por el tejido empresarial catalán, nunca antes había ocurrido esto. Y está ocurriendo también con la inversión extranjera.

«El goteo de empresas que se van continúa»

Hablamos de datos 100% fiables. Cataluña sufrió el año pasado una desinversión extranjera del 1,3%; y en cambio en Madrid en Madrid hay un saldo positivo del 6,3%. Pero nada sería comparable a si Puigdemont firma el decreto de convocatoria, eso ya sería un acto muy complejo, y eso a los mercados les inquieta muchísimo.

P: Recientemente, en OKDIARIO hemos ido publicando diversas noticias sobre el independentismo de Decathlon, una empresa francesa. ¿Es algo excepcional o pasa más?

R: Al contrario de lo que dijo el señor Pep Guardiola, que venía a decir que los empresarios catalanes se sentían perseguidos y oprimidos por una cuestión política y policial, yo le diría que el empresariado catalán se muestra en silencio. Las agrupaciones empresariales sólo se pronuncian cuando se agrupan y se sienten fuertes, pero un empresario, sea grande o pequeño, no se atreve a abrir la boca porque sabe perfectamente que el nacionalismo está instalado en las instituciones catalanas, las maneja a su libre albedrío.

«Lo de Decathlon no es excepcional»

Un empresario, recuerden, tiene que pedir a la Generalitat permisos para poder comercializar, industrializar, pedir permisos, licencias, controles, inspecciones… Por tanto, les resulta muy complicado hablar en contra de este poder, porque les perjudica.

Claro que ocurren cosas como en Decathlon, ya se lo garantizo yo. El problema es que no pueden hablar. Este Gobierno ha abandonado los principios de legalidad, y se ha instalado en defensa de una ideología nacionalista, y está empleando las instituciones y los medios de comunicación públicos a su alcance.

P: El F.C. Barcelona no deja de ser una empresa. Su posicionamiento, ¿hace también daño al equipo y a Cataluña?

R: El Barcelona el primer daño que hace es a sí mismo, porque, yo no tengo los datos de las peñas del equipo en Madrid, pero sé que hay cientos. Por Madrid, por España, y por el mundo.

El Barcelona tendría que ser un club deportivo, que diera espectáculo y triunfos. Pero poco más. Pero bueno, fue asaltado en su momento por el nacionalismo y desde que el señor Núñez dejó de ser presidente se ha ido convirtiendo en un club que lo que hace es perjudicarse a sí mismo, porque no tiene que tener ningún color político, entre otras cosas porque es un club deportivo, y después porque el Barcelona debería ser universal, o por lo menos europeo, ya que juega en competiciones europeas como club. Esto nos parece de una miseria muy grande.

«El Barcelona fue asaltado en su momento por el nacionalismo»

La Junta del equipo está bajo el paraguas del poder nacionalista, y eso nos sabe mal. En nuestra asociación la mayoría son del Barcelona, y no entendemos como los socios del equipo no hablan y no piden que hagan el favor de mantenerse en ese lugar transversal en el que quepan todos. Día a día se están equivocando.

P: La última vez que hablé con ustedes llevaban tiempo intentando sentarse con el señor Puigdemont. ¿Ha habido manera?

R: No. Yo supongo que este señor tendrá un sentido práctico del tiempo, y digamos que lo está dedicando a hacer propaganda. Realmente, estamos en las antípodas en el aspecto de la convivencia, y por tanto yo creo que él cree que perdería el tiempo con nosotros y por eso no lo hace. Esto no deja de ser injusto. Él se queja de que no le reciben en determinados sitios, cuando él hace lo mismo en Cataluña.

Conocemos perfectamente el percal. Nosotros estamos dispuestos a TV3 cuando ellos nos llamen, pero para que se hagan una idea, he ido sólo una vez. No me han llamado más desde hace muchísimo tiempo. Nos han silenciado, y las tertulias son monótonas.