La deuda pública crece en 37.300 millones de euros y se mantiene por encima del 100% del PIB
¿Quiénes son los propietarios de la deuda pública española?
El BCE comprará deuda más allá de marzo de 2017 “si es necesario”
La deuda pública española continua su escalada, dificultando el cumplimiento del objetivo del Gobierno para el cierre del año. En los últimos doce meses (con datos a cierre de septiembre) el volumen del pasivo de las Administraciones Públicas ha aumentado en 37.300 millones de euros, superando el 100% del Producto Interior Bruto (PIB), con una deuda total de más de 1,1 billones de euros.
Así lo revelan los datos del Banco de España, que constatan que la deuda pública volvió a aumentar en septiembre, en 2.822 millones de euros. El pasivo del sector público español está en máximos históricos y deberá bajar hasta el 99,1% del PIB según las previsiones que tiene el Gobierno. Hay que recordar que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea fija como límite de la deuda de los estados miembro el 60% del PIB.
Desde el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad se sigue defendiendo que en los últimos meses de 2016 se producirá una reducción del volumen de pasivo que permitirá cumplir el citado objetivo del 99,1% del PIB. En el departamento que dirige Luis de Guindos indican que la estimación se confirmará debido al calendario de amortizaciones y emisiones de bonos, letras y obligaciones que pilota la Dirección General del Tesoro.
Los 1,1 billones de euros de pasivo arrojan una cifra escalofriante: cada español debe 23.000 euros como consecuencia de los compromisos de pago del sector público que, más tarde o más temprano, acabará abonando mediante subidas de impuestos o recortes de servicios.
Los datos del Banco de España indican que la mayoría de la deuda pública española (un 75% aproximadamente) está compuesta por activos con vencimiento a medio y largo plazo. Este tipo de emisiones crecieron más de 8.500 millones en septiembre, sumando casi 833.000 millones de euros. En tasa interanual el crecimiento es del 6,4%.
En cuanto al pasivo a corto plazo (fundamentalmente letras del Tesoro) el crecimiento fue de tan sólo 336 millones de euros en septiembre, hasta los 78.800 millones. Por el contrario, los créditos no comerciales y el resto de préstamos se redujeron en 6.040 millones de euros en septiembre, para situarse en 193.300 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 6,1%.
Este año ha sido el primero desde 1909 en el que la deuda pública ha superado la cota psicológica del 100% del PIB, que implica que las Administraciones españolas deben cada año el equivalente a la totalidad de los bienes y servicios producidos en la economía nacional. La razón de esta elevada deuda es que las Administraciones Públicas han gastado más de lo que han ingresado todos los años desde 2008, acumulando déficits que han tenido que ser financiados mediante la emisión de bonos, letras y obligaciones del Estado (deuda pública).
Los extranjeros tienen la mitad de la deuda pública española
Los inversores extranjeros son los que más bonos, letras y obligaciones del Tesoro español, con casi la mitad del total. La asistencia financiera del Banco Central Europeo (BCE), que está adquiriendo directamente deuda soberana en el mercado, es el principal factor que impulsa las compras. El otro elemento clave es el crecimiento de la economía española, que cerrará el año con un repunte del Producto Interior Bruto (PIB) superior al 3%.
Los segundos grandes tenedores de deuda pública española son los bancos nacionales, con un 18% del saldo total de pasivo emitido. Las entidades bancarias han sido tradicionalmente las grandes financiadoras del déficit público español que es la causa última de que exista deuda pública: si se gasta más de lo que se ingresa hay que pedir prestado dinero en el mercado y los países lo hacen emitiendo bonos, letras y obligaciones a través del Tesoro.
El tercer puesto es para el Banco de España, con el 16% del total, seguido por las aseguradoras, con un 7,9% del volumen total emitido en términos netos. Las compañías de este sector están obligadas a invertir en renta fija con poco riesgo por la propia naturaleza de su negocio y en sus carteras siempre hay bonos soberanos, siendo España uno de los países preferidos por ser una economía desarrollada y pertenecer a la eurozona.
Por su parte, las Administraciones Públicas españolas tienen un 4% del pasivo del Reino de España. El sexto puesto lo ocupan los fondos de inversión, con el 2% del total y el séptimo las empresas, con el 1,6% de la deuda pública neta. Cierran el ranking los fondos de pensiones, con el 1,5% del total y los particulares, que tienen tan sólo un 0,3% de la deuda pública española.
No sorprende esta baja tasa, ya que la rentabilidad está en mínimos históricos debido a la intervención del BCE en el mercado y, en el caso de las emisiones a corto plazo está sucediendo lo nunca visto: que son los compradores de deuda a corto plazo (letras) los que tienen que pagar un interés al Tesoro por adquirir los títulos. Es decir, que en este tipo de activos los intereses son negativos.
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