El conflicto de Ucrania asfixia a los camioneros portavehículos: «Estamos parados, no hay coches»
Nuevo golpe para los transportistas de vehículos. El conflicto entre Rusia y Ucrania empeorará la crisis que vive el sector gravemente afectado por la falta de semiconductores en la industria de la automoción que ha provocado una reducción generalizada de la actividad con un desequilibrio en las cuentas de explotación que, de media, están por encima del doble dígito con respecto a la facturación. Una situación que ha provocado una fuga de trabajadores a otros puestos de trabajo como el reparto online por la falta de coches en el mercado que ha provocado una paralización de la actividad.
Así lo ha asegurado, Pedro Ruiz, presidente de CETM portavehículos y logística de la automoción, en conversaciones con este diario que ha explicado que «las perdidas son abultadísimas, a pesar de que el coste de las amortizaciones se ha ido reduciendo porque no estamos renovando la flota». «Históricamente, este sector se ha movido en márgenes muy reducidos, por lo que el aumento desproporcionado de nuestros costes (fundamentalmente el combustible, pero también los neumáticos, seguros, talleres, etc.) y la reducción generalizada de la actividad han provocado un desequilibrio muy importante en las cuentas de explotación que, de media, están por encima del doble dígito con respecto a la facturación», señala.
«Las previsiones para este año son francamente malas. Aunque la Comisión Europea ha anunciado medidas para aumentar la producción de semiconductores en nuestro continente, el propio comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ha reconocido que la situación no se normalizará hasta 2023. Además, esta situación puede verse agravada tras el ataque ruso a Ucrania», cifra Ruiz.
Respecto al conflicto bélico, el presidente de la patronal «Rusia es un mercado muy crucial para los fabricantes y esta guerra va a tener un efecto directo en la venta (por lo tanto, en el transporte) de vehículos hacia ese mercado, aunque mucho me temo que irá a peor porque terminará por afectar al resto del mundo».
«Además, no se trata sólo de un problema de reducción de la demanda, sino que también complica aún más la crisis de falta de componentes que vive la industria, ya que Ucrania es uno de los principales productores de gas neón, necesario para la producción de los codiciados conductores y, por si fuera poco, otra de las consecuencias del conflicto es el alza del precio del paladio, un metal que se utiliza en los catalizadores de los vehículos para reducir las emisiones, y del que Rusia es uno de los principales productores», recalca.
Éxodo de trabajadores
Ante esta irregularidad de la demanda de transporte, a lo que se ha unido la subida de todas las partidas de coste de nuestra actividad, las empresas de portavehículos no están teniendo otra opción que la de aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), lo que está provocando que muchos de los conductores afectados se marchen a otras empresas de transporte en las que, como es sabido, no sobran los profesionales.
Lo mismo está pasando con las flotas de camiones, que no paran de reducirse ante la incapacidad económica de nuestras empresas para invertir en su renovación. Ante esta situación, la patronal prevé que «cuando la situación se normalice y la escasez de chips ya no sea un problema, la falta de camiones, conductores y capacidad de inversión harán imposible que podamos atender una demanda de trabajo que se presume elevada tras meses de limitaciones en la fabricación de vehículos, lo que generará graves consecuencias tanto para el transporte como para la automoción en España».
«Es muy difícil de cuantificar, pero nuestras estimaciones rondan el 30%. El problema es que esta sangría, lejos de terminar, solo está empezando porque las empresas no disponemos de las herramientas necesarias para retenerlos en nuestras empresas», concluye Ruiz.
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