Economía
OPA BBVA-SABADELL

La CNMC enviará hoy a Fase II la OPA hostil de BBVA sobre Sabadell y decidirá en marzo las condiciones

  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia -CNMC- enviará hoy la OPA hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell a Fase II. Según ha podio saber OKDIARIO, el regulador considera que deben de tenerse en cuenta otras partes interesadas, más allá de las dos entidades, y que el caso de concentración bancaria que se produce requiere de un mayor estudio. Las conclusiones llegarán, como pronto, en marzo, y exigirán a BBVA esfuerzos mayores si quiere llevar a cabo la operación.

La CNMC comunicará esta decisión, probablemente, a cierre del mercado, aunque las fuentes consultadas por este diario explican que se enviará a Fase II por la complejidad de la operación, y porque cumple prácticamente «todos los requisitos» para hacer de esta «una operación compleja» por su concentración.

De esta forma, aunque podría alargarse seis meses más, lo normal según la propia ley será que la CNMC se pronuncie en marzo de forma definitiva sobre la operación entre ambas entidades.

Extender el plazo le permite, además, exigir una serie de condiciones, conocidas como remedies, a BBVA, si es que quiere seguir con la OPA hostil. No son pocas las ocasiones en las que, precisamente por el nivel de exigencia de esos remedies, algunas adquisiciones o fusiones no salen adelante. Baste recordar lo ocurrido con el último intento de Iberia por hacerse con Air Europa. Las exigencias de Bruselas impidieron la compra.

BBVA y Sabadell

«El paso del tiempo no es bueno para la transacción». Esa es la frase que han repetido en distintas ocasiones distintos directivos de BBVA, porque cuanto más se estira la operación, peor es la sensación del mercado sobre su viabilidad. Lo que parecía un movimiento con visos de salir adelante, ahora se mueve en dirección contraria.

Esa es, precisamente, la opinión que ahora tienen desde Banco Sabadell, donde iniciaron la defensa del asalto de BBVA argumentando «el valor que podían ofrecer en solitario a sus accionistas» y han terminado hablando de BBVA como una «entidad mexicana, no europea», dada su dependencia de México en el balance.

Es cierto, además, que la semana pasada fue especialmente dura para la cotización de BBVA, cayendo casi un 7% en el día después de las elecciones de Estados Unidos, y dejándose desde ese día hasta ahora más de un 5%. La victoria de Donald Trump no trae buenos augurios para el sector bancario en México, y BBVA lo ha sufrido, como de alguna manera vaticinaran desde Sabadell.

Según la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, «la operación podría traer complicaciones en determinados mercados», refiriéndose especialmente al este de España, y su viabilidad depende de que la concentración bancaria no afecte al cliente final.

La decisión de marzo

En este sentido, la propia CNMC emitirá su veredicto en esa famosa Fase II, en la que tratará la OPA de BBVA sobre Sabadell desde el punto de vista del cliente en España, entre otras cosas. Y aunque sería extraño que el veredicto fuera negativo, no lo sería que las exigencias borraran la rentabilidad de la operación.

La Comisión, según deslizan diversas fuentes a este diario, pedirá un alto precio a BBVA. Obligará a vender la mayor parte del negocio de Sabadell en el este del país, y probablemente incluirá otras condiciones. Algo que los accionistas mirarán con lupa a la hora de aceptar o no la operación.

Todavía falta por pronunciarse la Comisión Nacional del Mercado de Valores -CNMV-, aunque ya ha repetido en varias ocasiones que esperará a la decisión de Competencia antes de emitir un veredicto. De esa forma, además, los accionistas no tienen que pronunciarse a ciegas, es decir, sin conocer las exigencias de la CNMC.