Herencias

La cifra clave que lo cambia todo en las herencias: 1 euro más y tendrás que pagar un dineral

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Blanca Espada

El temor por el hecho de tener que heredar de nuestros padres o de cualquier otro familiar no debería existir, pero en España es una realidad cada vez más extendida. Aunque recibir una herencia suele relacionarse con un beneficio económico, la carga fiscal que conlleva puede hacer que lo que parecía un regalo se convierta en una auténtica pesadilla. Y todo por una cifra que, si se sobrepasa, lo cambia absolutamente todo. Esa delgada línea entre lo que está exento y lo que te obliga a pagar un dineral puede estar a tan solo un euro de distancia.

En muchos casos, los padres deciden ayudar económicamente a sus hijos sin esperar a que llegue el momento de heredar. Esto, que puede parecer una solución lógica y generosa, también puede conllevar consecuencias fiscales inesperadas si no se hace correctamente. El problema principal se encuentra en dos frentes: el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el temido IRPF, que aparece donde menos se le espera. La forma en que se transfiera el dinero (y la cantidad)  puede marcar la diferencia entre no pagar nada o enfrentarse a una sorpresa desagradable en la Declaración de la Renta. La clave entonces está en una cifra muy concreta: 3.000 euros. A partir de esa cantidad, la Agencia Tributaria empieza a prestar atención, y el dinero que cambia de manos puede activar mecanismos de control, notificaciones automáticas desde los bancos y posibles requerimientos por parte de Hacienda. Por eso, entender bien los límites y saber cómo actuar es fundamental. Un solo euro por encima puede cambiarlo todo.

La cifra clave que lo cambia todo en las herencias

Cada año, miles de españoles se enfrentan al Impuesto de Sucesiones, y no siempre con una sonrisa. Aunque lo lógico sería pensar que heredar es una ventaja, en muchos casos supone un quebradero de cabeza. Este tributo, que grava los bienes recibidos tras el fallecimiento de un familiar, varía en función de la comunidad autónoma y del valor de lo heredado. En algunos casos, las cifras pueden superar con creces lo que un ciudadano medio puede asumir en un solo pago.

Por esta razón, muchas familias optan por no esperar al momento de la herencia y buscan fórmulas para transferir parte del patrimonio en vida. Sin embargo, aquí entra en juego el segundo actor de esta historia: el IRPF. Este impuesto puede activarse según el tipo de donación, y no siempre es fácil prever sus consecuencias si no se está bien asesorado.

La barrera de los 3.000 euros

Uno de los datos más importantes que se deben conocer a la hora de realizar una transferencia de dinero a un hijo es que las operaciones inferiores a 3.000 euros no están sujetas a tributación en el IRPF, al menos si se trata de dinero líquido. Esta cifra es clave: si no se supera, no hay obligación de informar ni se activa ninguna alarma fiscal. Pero si se transfiere 1 euro más, el banco está obligado a comunicar el movimiento a la Agencia Tributaria. Y si el importe asciende a 10.000 euros o más, se puede incluso requerir una justificación del origen y del destino del dinero.

Esto no significa que transferir más de esa cantidad esté prohibido, pero sí implica una mayor vigilancia. Si no se demuestra adecuadamente que se trata de una donación legítima y bien documentada, se puede considerar un incremento patrimonial injustificado y generar problemas fiscales tanto para quien da el dinero como para quien lo recibe. Por eso, ese euro de más puede salir muy caro si no se actúa con prudencia.

Cómo donar sin pagar un dineral

Donar en vida es una alternativa que cada vez más padres contemplan para evitar complicaciones futuras. Pero aquí es importante hacer una distinción: donar dinero en efectivo es mucho más sencillo que hacerlo con bienes inmuebles o acciones. Mientras que el dinero líquido, si se mantiene por debajo del límite de 3.000 euros y se justifica correctamente, no suele generar conflictos fiscales, donar un piso, un coche o participaciones en una empresa puede implicar tributación obligatoria.

Y aún así, donar en vida también está sujeto al Impuesto de Donaciones, aunque la buena noticia es que muchas comunidades autónomas tienen bonificaciones muy elevadas cuando se trata de donaciones entre padres e hijos. Regiones como Madrid, Andalucía o Murcia permiten, en muchos casos, reducciones de hasta el 99% en este impuesto, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos, como realizar la operación ante notario y justificar el origen lícito de los fondos.

Las diferencias por comunidad autónoma a la hora de heredar

Uno de los aspectos más desconcertantes del sistema fiscal español es que cada comunidad autónoma regula a su manera el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Mientras que en unas regiones la carga fiscal puede ser casi nula, en otras se mantienen porcentajes elevados que hacen que muchas herencias se rechacen directamente por no poder afrontarlas.

Por ejemplo, en Madrid, Andalucía o Murcia, heredar entre padres e hijos está tan bonificado que muchas veces no se paga prácticamente nada, siempre que se cumplan ciertos requisitos. En cambio, en comunidades como Asturias o Cataluña, los porcentajes pueden llegar a ser mucho más altos, lo que obliga a muchos herederos a pedir préstamos o incluso renunciar a los bienes heredados.

Esta gran diferencia ha generado, durante años, un debate sobre la equidad del sistema fiscal, pero mientras no se produzca una armonización estatal, el lugar donde vivas puede marcar una diferencia de miles de euros a la hora de heredar.

¿Qué hacer si quieres ayudar a tus hijos sin tener problemas con Hacienda?

La opción más recomendable, según los expertos, es hacerlo todo de forma transparente, legal y con asesoramiento notarial. Si se quiere transferir dinero, lo ideal es que se haga mediante movimientos bancarios justificados, y siempre dentro de los límites establecidos por la ley. Si se quiere donar una cantidad mayor, lo mejor es consultar con un notario o asesor fiscal para evitar futuras sanciones.

Además, tener en cuenta las bonificaciones autonómicas y los trámites exigidos puede marcar la diferencia. Aunque parece complejo, muchas veces basta con seguir los pasos adecuados y no improvisar. De lo contrario, un gesto generoso como ayudar económicamente a un hijo podría acabar derivando en una inspección, una sanción o un pago inesperado de miles de euros.

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