Economía
Sólo conserva uno de los diez miembros de la institución

Bolaños negó a Gamarra dar al PP dos consejeros en el Banco de España y avaló el nepotismo de Calviño

La renovación del consejo de gobierno del Banco de España, que probablemente será aprobada hoy en el Consejo de Ministros, se ha cerrado en falso, rompiendo la tradición legendaria que se ha venido respetando hasta ahora en el organismo púbico. -salvo algún episodio extraordinario-. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que es el que se ha encargado de las negociaciones con Cuca Gamarra, secretaria general del PP y presidenta y portavoz del Grupo Parlamentario, se negó a que el partido de la oposición se hiciera con los dos consejeros que le corresponden formalmente: sólo ha aceptado uno y después de ver el currículum de la persona propuesta. Se trata de Antonio Cabrales, catedrático en la Universidad Carlos III de Madrid y doctor en Economía por la Universidad de San Diego (California).

Es verdad que el nuevo consejero postulado, que sustituirá a Fernando Eguidazu, cuyo mandato cesó la semana pasada al cumplirse el plazo, formará parte, como él hasta su marcha, de la comisión ejecutiva del banco central, que es la que se encarga del funcionamiento diario de la institución. Pero también que la manera de actuar del ministro Bolaños, mano derecha del presidente Sánchez, refleja la distinta vara de medir al partido del Gobierno y el de la oposición, pues ha permitido que la otra consejera que toca nombrar sea Judith Arnal, ex jefa de gabinete de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, consagrando de facto, una vez más, la práctica del nepotismo, en este caso en una de las principales instituciones del Estado que tradicionalmente ha estado al margen de la disputa política.

El diccionario de Real Academia define el nepotismo como «el trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargo o empleo públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos». La señora Arnal es técnico comercial del Estado y no es militante del Partido Socialista, pero ha sido jefa de Gabinete de Calviño hasta diciembre pasado y es amiga personal. De manera que ha pasado, prácticamente sin solución de continuidad, de formar parte del Gobierno a ocupar un puesto en el Banco de España. Esta situación anómala sólo se produjo, revistiendo incluso mucho mayor gravedad, cuando Miguel Ángel Fernández Ordóñez pasó de ser secretario de Estado de Hacienda a ser nombrado gobernador del Banco de España por el entonces ministro de Economía y Hacienda Pedro Solbes en 2006, puesto que ocupó hasta 2012.

Después de esta última remodelación que será aprobada hoy por el Consejo de Ministros, marcada por el fin de los mandatos de algunos miembros de la entidad, el PP sólo contará con uno de los diez miembros del consejo del Banco de España -dos si se cuenta al actual responsable, Pablo Hernández de Cos, designado a propuesto del entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy-. El pasado 14 de noviembre, OKDIARIO publicó que el sector financiero temía que la vicepresidenta Calviño pudiera romper el equilibrio político con el que siempre ha funcionado el Consejo de Gobierno del Banco de España, según el cual una parte de sus miembros se ha pactado tradicionalmente con la oposición cuando llega la hora de renovar los mandatos. Pero esto ya no sucedió así cuando recientemente Calviño designó nuevos consejeros del banco a Carlos Manera, ligado al Partido Socialista de Baleares, y a Luis Servén, también próximo al Gobierno.

El pacto de caballeros que ha venido funcionando en relación con el banco emisor establecía tácitamente que los consejeros tuvieran un currículum objetivamente adecuado, que hubiera contactos con la oposición a fin de consensuar los nombramientos, y que de los seis que componen el Consejo de Gobierno tres fueran a sugerencia del Ejecutivo, dos a instancias de la oposición y el último procedente del ámbito del nacionalismo catalán, aunque el terremoto político que vive Cataluña desde hace años haga prácticamente irreconocible qué partido debería ser el interlocutor válido a estos efectos.

Fuentes consultadas por OKDIARIO aseguran que el aspecto clave -la calidad profesional y técnica de los consejeros- se ha cumplido hasta la fecha y que los dos últimos que ha nombrado Calviño, aunque próximos al Gobierno, tienen una trayectoria profesional irreprochable. Pero el hecho evidente es que los cinco futuros consejeros actuales, tras la marcha forzosa de Eguidazu, responden a sensibilidades cercanas al Ejecutivo. Y que esto seguirá así cuando se incorpore la señora Arnal, amiga de la vicepresidenta Calviño y por tanto alejada de los estándares que han sido regularmente tenidos en cuenta hasta la fecha.

Entre sus funciones, el Consejo de Gobierno del Banco de España tiene la facultad de visar y de aprobar el informe anual de la institución sobre la situación económica y financiera del país. El actual gobernador Hernández de Cos viene siendo tradicionalmente crítico con la política económica del Gobierno, al que ha pedido repetidamente un plan de consolidación fiscal creíble a medio plazo. También se ha opuesto a un aumento como el que se ha producido en las pensiones -del 8,5% para este año-, e igualmente se ha mostrado contrariado con el incremento del salario mínimo interprofesional, que según ha recogido un informe al respecto de la entidad acaba provocando desempleo.