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El bitcoin vuelve a desplomarse pero sus fans recomiendan aprovechar para comprar

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El bitcoin ha sufrido una fuerte recaída cercana al 11% en las dos últimas semanas que ha llevado su cotización desde niveles de 29.500 dólares hasta 26.300. Pero los miles de fans de la principal criptomoneda consideran que se trata de una oportunidad de compra y aseguran que se puede ir de nuevo por encima de los 30.000 e incluso hasta los 37.000.

Sin embargo, los analistas técnicos -que utilizan patrones y estadísticas para intentar adivinar los movimientos del mercado- alertan de que se está acercando peligrosamente al importante soporte de 25.000 dólares. En caso de perderlo, podría prolongar la caída actual hasta los 22.000.

Hay que tener en cuenta que los fans del bitcoin, en general, son inversores atrapados en su desplome que están siempre intentando animar a otros inversores para que entren e impulsen su cotización. Para ello, utilizan todo tipo de argumentos, como la supuesta relación de la criptodivisa con la economía.

Así, esta semana aseguraban que iba a repuntar con el buen dato de IPC en Estados Unidos, que alimenta la tesis de que la Reserva Federal va a hacer una pausa en las subidas de tipos de interés. Pero la realidad es que, después de una breve reacción alcista, la cotización retomó la senda bajista.

El problema del bitcoin es que no tiene ningún respaldo real en la marcha de la economía o en los resultados de una empresa, como las acciones que cotizan en Bolsa, por lo que su volatilidad -y, por tanto, su riesgo- es altísima. Tan pronto puede vivir grandes movimientos alcistas como bajistas.

Al final, como en cualquier activo, el precio se mueve por la interacción de la oferta y la demanda. Como la oferta de bitcoins es limitada, cuando había millones de inversores inexpertos atraídos por la perspectiva de grandes ganancias, la cotización subió como la espuma. Cuando estalló la burbuja y, además, se descubrieron numerosos fraudes, los inversores huyeron a toda prisa, lo que provocó su desplome posterior.

Más profesionales

Esto ha tenido la virtud, desde el punto de vista del mercado, de limpiar a todos aquellos que invertían por primera vez y que, en su mayoría, están atrapados a la espera de que algún día el bitcoin vuelva a los niveles en que entraron. Lo cual significa que ahora el mercado está principalmente en manos de profesionales (fondos y bancos de inversión), lo que debería reducir esa volatilidad extrema.

Pero, como ha sucedido con otros activos que vivieron una burbuja y después se desplomaron (pensemos en casos como Terra, AbengoaZeltia en España), los inversores pillados intentan seducir a otros nuevos con objetivos muy alcistas. Cada caída es una oportunidad de compra para ellos. Su esperanza es que suficiente dinero nuevo entre para lograr reducir sus pérdidas.

El bitcoin llegó a superar los 60.000 dólares en 2021, y posteriormente sufrió un descalabro de más del 70% hasta los 16.500 en enero del año pasado. Desde esos mínimos, inició un lento rebote que lo llevó a alcanzar los 30.000 dólares en abril de este año. Pero parece incapaz de aguantar en esa zona, a la vista de las caídas de las últimas semanas.