Economía

El beneficio de Swatch se hunde más de un 70% hasta junio: en China ya no compran sus relojes

Los ingresos del área de relojes y joyas cayeron un 14,2%, hasta los 3.382 millones de euros

Confía en que "la situación mejore considerablemente en el segundo semestre del año"

El ‘crash’ inmobiliario en China empieza a tumbar bancos y dispara la alarma de crisis financiera

Grupo Swatch, la compañía suiza de relojes, ha presentado los resultados de la primera mitad de 2024. Su beneficio se ha hundido un 70% con respecto al mismo periodo del año pasado, hasta los 150,2 millones de euros, lastrado por el descenso de ventas en China, país que está sufriendo una importante desaceleración del consumo. 

Los ingresos fueron de 3.536 millones de euros, un 10% menos que un año antes en el mismo periodo, quedándose lejos de los 3.811 millones de euros de ingresos que esperaba. De hecho, cayeron las ventas de todas las áreas de la compañía. Los ingresos del área de relojes y joyas cayeron un 14,2%, hasta los 3.382 millones de euros, mientras que el negocio de sistemas electrónicos disminuyó un 15,9%, hasta los 157 millones de euros.

Swatch ha explicado que la caída del beneficio en estos primeros meses se debe a la drástica bajada del consumo de China, un país que ha sufrido una caída en la compra de productos de lujo en varios espacios del país asiático, como Hong Kong y Macao, así como el Sudeste Asiático, donde en este momento llegan menos turistas chinos.

Caen las ventas de todas las áreas, menos en Swatch

Han detallado que la marca Swatch ha sido la que menos ha sufrido, ya que las ventas se han mantenido, ya que sólo han subido un 10%. Swatch ha destacado, además, que ha habido una fuerte caída del margen operativo, del 19% al 11%, debido a una alta inversión en marketing.

Mientras Breguet, Blancpain y Omega ha sido las marcas más negras de este primer semestre de 2021 por la desaceleración de la demanda del lujo. En EEUU, Japón, Corea del Sur, India y los Emiratos Árabes Unidos las ventas han estado también estables en Swatch.

Su división de producción también experimentó una fuerte caída en los pedidos, tanto de terceros como de marcas del Grupo Swatch, pero la compañía ha señalado que no haría despidos para preservar su capacidad de producción en un intento por «recuperarse más rápidamente y beneficiarse más significativamente» de un repunte.

Swatch espera que los segundos seis meses del año sean mejores, aunque reconocen que el mercado chino con respecto al lujo va a ser un reto para la compañía, considerando aun así todo el potencial del gigante asiático, donde creen que hay margen para crecer.

Destaca la compañía que confía en salvar los muebles con Omega, marca de la casa que, tienen en previsión, se beneficiaría de la exposición de los medios globales como cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos de París 2024. 

Movimientos en la dirección

Un beneficio desplomado un 70% en un momento de cambios en la alta dirección. El director de control, Peter Steiger, se jubila tras 35 años en Swatch. Y llegan Damiano Casafina, director ejecutivo de ETA, empresa de movimientos propiedad del Grupo Swatch, y el director ejecutivo de Tissot, Sylvain Dolla, a la junta directiva de su grupo ejecutivo.

En mayo, se eligió para el consejo de administración de Marc Hayek, director general de Breguet y Blancpain, considerado candidato a suceder a Nick Hayek Jr. al frente del grupo.

La desaceleración en China

En este momento, se están viendo quiebras inmobiliarias, empresas que no pueden pagar sus préstamos y cierran, así como bancos que no aguantan por su exposición a este sector, etc. De este modo, podríamos decir que está escribiéndose la hoja de ruta habitual de cómo se genera una crisis económica.

Primero cayeron las inmobiliarias Evergrande y Country Garden, ahora han empezado a caer bancos medianos, como el Jiangxi Bank, que se ha unido a otros 40 bancos de menor tamaño en los últimos días. Tras la crisis inmobiliaria, los chinos tienen encima también la crisis de la banca, ya que muchos bancos sufren impagos por las compañías inmobiliarias.

En China está sufriendo diferentes fenómenos que podrían anunciar una próxima crisis económica, lo que sería muy negativo para las compañías del lujo, ya que son los principales compradores de sus catálogos. La mayor parte de los compradores chinos son personas de clase media, muy expuestas a la caída de la economía y uno de los ejes principales de gasto en el segmento del lujo; sin embargo, ahora también buscan gangas.