El BCE anticipa un año incierto para el ladrillo tras la caída de actividad, préstamos y visados

El sector del ladrillo intenta dejar atrás un año lleno de nubarrones debido al coronavirus. La pandemia frenó el apetito de los inversores, retrasó proyectos y redujo los visados de obra nueva y la compraventa de inmuebles hasta un 30% en los peores meses de 2020. Ahora, la pregunta es saber qué ocurrirá los próximos meses. Aunque algunos indicadores subieron con fuerza en la segunda parte del año, lo cierto es que no se termina de vislumbrar un escenario de recuperación. De hecho, el último boletín mensual del Banco Central Europeo anticipa que las perspectivas del sector europeo a corto plazo son inciertas.

En cuanto a la inversión de los hogares -aproximada por la inversión en construcción residencial-, el organismo presidido por Christine Lagarde confirma que subió un destacado 12,3% intertrimestral entre julio y septiembre, pero a la vez advierte de que las perspectivas a corto plazo siguen siendo inciertas.

«El intenso repunte del tercer trimestre de 2020 no llegó a ser una recuperación completa, ya que la inversión en construcción residencial todavía permanece un 3,8 % por debajo del nivel del final de 2019», explica el informe, que añade que la marcada diversidad de la evolución de la vivienda entre países durante los tres primeros trimestres de 2020 debería disminuir a corto plazo, ya que las perspectivas parecen poco halagüeñas para todos los países importantes de la zona del euro. Todo ello, pese a que se observaron algunas señales positivas al principio del cuarto trimestre.

El Banco Central Europeo constata que la inversión en construcción residencial permanece un 3,8 % por debajo del nivel 2019

La confianza empresarial de la construcción y de las inmobiliarias es otro de los indicadores que más se ha movido al calor de la pandemia. Aunque registró una leve mejoría en octubre, recortó posiciones al mes siguiente -coincidiendo con la segunda ola del coronavirus y las medidas puestas en marcha-.

«La nueva ronda de medidas para contener la segunda ola del coronavirus adoptadas desde mediados de octubre hizo mella en la actividad. Durante el mismo período, las empresas de los sectores de la construcción y de actividades inmobiliarias señalaron la existencia de limitaciones crecientes de oferta en su producción, relacionadas, sobre todo, con sus condiciones financieras», explica el boletín del Banco Central Europeo.

Los préstamos a los hogares para adquirir una vivienda bajaron hasta un nuevo mínimo histórico del 1,36 % en octubre

El texto también recoge la última encuesta de opinión de los consumidores elaborada por la Comisión Europea en la que se pone de manifiesto que las nuevas restricciones y la mayor incertidumbre sobre el rebrote de la pandemia «desalentó a los hogares a realizar grandes compras en noviembre, incluido en stock de vivienda nueva y existente». Y un dato más. Los préstamos a los hogares para adquirir una vivienda bajaron hasta un nuevo mínimo histórico del 1,36 % en octubre.

Bajan los visados de obra nueva 

Otro indicador que sirve para medir el pulso del sector es la concesión de visados de obra nueva, que mostraron una «desaceleración pronunciada en la primera mitad del año, lo que apunta a una reducción de los proyectos de construcción en preparación». En octubre, el PMI de actividad de la construcción y de los servicios inmobiliarios se adentró más en terreno contractivo.

En cuanto a España, los visados de obra nueva se hundieron un 24% entre entero y octubre, hasta situarse en las 69.393 unidades, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El descenso fue mucho más pronunciado en los pisos que en las viviendas unifamiliares, y solo en octubre el descenso se amplío hasta el 25%.

Los visados de obra nueva se hundieron en España un 24% entre entero y octubre, hasta situarse en las 69.393 unidades, según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana

Precisamente, el presidente de ApcEspaña y Asprima, Juan Antonio Gómez-Pintado, anticipaba recientemente que los visados de obra nueva se reducirán una media de hasta un 30%, mientras que los precios se mantendrán sin cambios. «En las plazas más importantes se ha registrado esa caída en los visados y eso se traduce en un parón para los próximos dos años en el que el sector de la obra nueva tendrá menos actividad (…) se va a generar menos oferta y habrá en ese sentido una tensión de precios», decía.

Antes de la llegada de la pandemia del coronavirus, los visados cerraron 2019 con la tendencia al alza iniciada hace unos años, aunque con una cierta desaceleración respecto al año anterior. En concreto, en 2018 los visados de obra nueva subieron un un 5,5% frente al 24,7% de 2017 cuando superaron las 100.000 unidades.