Economía
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El Banco Santander advierte de que entrará en la guerra de depósitos en cuanto la inicie la competencia

La presentación de los primeros resultados trimestrales del Banco Santander, a cargo del nuevo consejero delegado del grupo, el mexicano Héctor Grisi no ha defraudado. Tras ser preguntado en numerosas ocasiones por la estrategia a seguir en la remuneración del pasivo, Grisi ha dejado clara una cosa: si hay guerra de depósitos, el banco no se quedará atrás.

«No tenemos una estrategia predeterminada -dijo- pero estaremos muy atentos y adoptaremos una estrategia muy dinámica para responder a lo que veamos en el mercado». Para añadir: «Haremos una oferta diferente según se comporte el mercado».

Héctor Grisi ha presentado un beneficio neto atribuido de 2.571 millones de euros en el primer trimestre del año; lo que supone un incremento del 1,1% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Ello se debe al efecto que ha tenido el impuesto especial a la banca que ha recortado los resultados del banco en 224 millones. Dicho de otro modo, sin el impuestazo, los beneficios del Santander serían el 10% superiores.

Aun así, Grisi prefiere adoptar una posición de ‘esperar y ver’. Si no es necesario, el banco -como el resto del sector- retrasará lo que pueda su entrada en una guerra de pasivo a la que ninguna entidad tiene prisa por enfrentarse, especialmente con la liquidez que manejan las entidades actualmente.

«Tenemos un balance muy líquido. Una cobertura del colchón de liquidez de 300.000 millones; de los cuales 200.000 millones están depositados en efectivo en el BCE, el Banco de Inglaterra y la FED» (Reserva Federal estadounidense), añadió. Con esa liquidez, el Santander tiene cubierto el 20% de su base de depósitos.

La cartera de depósitos de la entidad cántabra cuenta con una «composición muy estable, que crece porque se basa en depósitos minoristas» (particulares y pymes). El 80% de la misma, además, está por debajo del umbral del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en cada país.

Otra cuestión es la fuga de depósitos que la banca española detecta en coincidencia con el rally alcista de los tipos de interés. De hecho, la entidad que preside Ana Botín ha devuelto ya al Banco Central Europeo (BCE) 55.000 millones de TLTRO, el instrumento diseñado por el supervisor para garantizar la liquidez al sistema.

Tal como destaca el director financiero del Banco Santander, José García Cantera, la entidad mantiene aún otros 25.000 millones, 18.000 millones de ellos corresponden a Banco Santander España.

Pese a las últimas turbulencias en la banca internacional, el primer ejecutivo del banco cántabro subraya que «lo que hemos visto es a la gente bastante tranquila, mucha estabilidad en la base de depósitos de particulares».

El banco ha sufrido una reducción de su volumen de depósitos en 10.773 millones en el trimestre, el 6% en España. Algo que, según Héctor Grisi, se trata de «un tema estacional», ya que, en su mayor parte, son depósitos corporativos que entran en balance al final de cada ejercicio, pero suelen salir de él a principios del siguiente.

Banca más comercial

El primer ejecutivo del Santander insistió en destacar el proceso de transformación que ha acometido la entidad para convertirse en lo que definió como «un banco online con sucursales».  Bajo la estrategia One Transformation, explicó: «Impulsamos volumen e ingresos en todo el mundo. Aprovechamos la conexión de nuestros bancos para mejorar». Para ello, el equipo del banco ha creado dos grupos, denominados ‘Multilatinas’ y ‘Multieuropeas’, con el fin de «reforzar sinergias entre países». Eso se traduce en avanzar hacia «la sucursal del futuro, que ofrecerá la mejor experiencia omnicanal a nuestros clientes».

En términos comerciales, el banco ha emprendido un camino sin retorno hacia la simplificación de productos y procesos. Sólo en la parte de la oferta, el banco ha reducido el 42% su catálogo de productos. Grisi puso varios ejemplos significativos al respecto. En Brasil, el Santander ofrecía 300 tarjetas de crédito diferentes que ha reducido ya a 70. En México, tenían 70 y las bajarán a diez. En hipotecas, añadió, «tenemos demasiados productos hipotecarios por país, demasiados tipos de cuentas…».

Pero la reducción del catálogo sólo es la primera fase del proceso. Luego tocará «hacer los productos mucho más sencillos para el usuario, más fáciles y atractivos».

Consciente de que la brecha digital también afecta a sus clientes, el consejero delegado del Banco Santander destacó el refuerzo de personal dedicado a las oficinas, los llamados ‘anfitriones’ que, según explicó su consejero delegado, «te enseñan maneras de hacer las cosas de forma más sencilla»; para añadir que: «No vamos a obligar a nadie a ser digital», a que el objetivo es ofrecer «una atención omnicanal, para que el cliente escoja cómo se acerca o quiere trabajar con el banco.»

En este giro del banco hacia el cliente, el primer ejecutivo no descartó que pueda haber movilidad de «gente de unos sitios a otros. Estamos trabajando poco a poco en esa parte», concluyó. No sin antes exponer sus beneficios: «Hicimos un proceso de simplificación en Portugal: los clientes tienen una mejor atención», ya que el 10% del tiempo de sus empleados se dedica a la atención al cliente mientras en México, por ejemplo, el 25% del tiempo se centra en arreglar problemas e incidencias. La idea es «hacer lo que hacemos, pero mucho mejor y enfocarnos en la atención al cliente para que los clientes quieran estar más con nosotros», asegura.