El Banco de España pregunta a los bancos por su exposición a los sectores dependientes del petróleo
La guerra en Oriente Próximo amenaza con disparar el barril y perjudicar a las cuentas de aerolíneas u hoteleras
La guerra entre Israel y Hamás puede abrir un nuevo frente para los bancos españoles por la subida del precio del petróleo que ya ha empezado a provocar y que puede ser mucho mayor si aumenta la escalada bélica. El Banco de España está preocupado por el impacto en el sector y ha preguntado a las entidades por su exposición a los sectores dependientes del crudo, según fuentes conocedoras de la situación.
La lógica que hay detrás es que una subida muy fuerte del petróleo puede hundir las cuentas de algunas empresas, de forma que no puedan hacer frente a los pagos de los créditos que tienen con los bancos. Lo cual elevaría la morosidad de las entidades y les obligaría a provisionar (apuntarse como pérdida) una parte de esos préstamos impagados. Lo cual, a su vez, puede afectar a sus niveles de capital, es decir, a su solvencia.
Se trata de un escenario extremo pero no imposible, de ahí que el Banco de España esté analizando los riesgos potenciales del mismo por prudencia, para tenerlos identificados y cuantificados, según las fuentes.
El gran peligro, como ha informado OKDIARIO, es que la guerra se extienda a otros países de la región, en especial a Irán, que ya ha amenazado con represalias si Israel inicia la invasión terrestre de Gaza.
La república islámica es la gran amenaza, según todos los expertos, ya que se trata del octavo productor mundial de crudo. Algunos empiezan a establecer paralelismos con la crisis del petróleo de 1973, provocada por las represalias de los países árabes tras su derrota en la guerra de Yom Kipur. Dichas represalias dispararon el precio del barril y provocaron la primera recesión con inflación de la historia moderna.
Sectores más afectados
El precio del petróleo afecta a toda la economía, pero los sectores más afectados por una eventual escalada del mismo son, en primer lugar, las aerolíneas, el transporte en general y la logística. Les siguen todos los ligados al turismo por el efecto dominó en sus costes y la menor llegada de viajeros. Como reflejo de este temor, entre los valores más castigados del Ibex desde el estallido del conflicto destacan IAG, Meliá, Amadeus, Logista o Aena.
Ahora bien, más allá de los más evidentes, hay otros sectores afectados como el farmacéutico o el eléctrico, en este caso más dependiente del precio del gas que del crudo. Esta materia prima también ha experimentado una fuerte subida a raíz de la guerra, a la que se ha sumado la rotura de un gasoducto entre Finlandia y Estonia. Las eléctricas también han sufrido en Bolsa en las últimas semanas.
En cuanto a las petroleras, en principio el alza del barril les favorece. Pero, si esta subida es muy fuerte y muy rápida, se convierte en un arma de doble filo, ya que reduce sus márgenes de refino y, más importante, puede provocar una contracción del consumo de carburantes.