Economía
Audiencia Nacional

Santander cortó la liquidez a Popular dos meses antes de la resolución, según Saracho

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Banco Popular fue resuelto en junio de 2017 por una crisis de liquidez provocada, entre otras cosas, por la negativa de los principales bancos (encabezados por Santander) a prestar dinero a la entidad en apuros. Así lo asegura Emilio Saracho en un escrito remitido a la Audiencia Nacional.

En dicho documento remitido por el último presidente de Popular al juez José Luis Calama, este incluye un mail en el que su número dos, Miguel Escrig, le informaba de que Banco Santander les había cerrado una línea de liquidez.

Según Saracho, «el motivo que subyacía en dicha decisión fue la reunión que mantuvo el Subgobernador del Banco de España -Javier Alonso- con los Consejeros Delegados de los grandes bancos en la Asociación Española de Banca en la semana del 17 de abril de 2017 en la que solicitó –sin previa consulta del Banco Popular– a las otras entidades financieras que se abstuviesen de quedarse con depósitos del Banco Popular».

Fuentes conocedoras de la situación asegura que «Santander quien dijo al Banco de España que no quería dar liquidez a Popular porque no tenía garantías y no podía jugarse el patrimonio del banco». Según estas fuentes, el supervisor fue pidiendo a las demás entidades que intentaran ayudar a Popular pero eso no hizo más que generar un círculo de desconfianza que acabó cerrándole el grifo de toda la banca.

Sareb inició la fuga de depósitos de organismos públicos

Esta decisión de Santander se sumó a otra de Sareb que también fue clave para el final de Popular. En mayo, el banco malo decidió retirar un depósito de 633 millones precisamente por el temor a una quiebra de la entidad. Otros muchos organismos públicos, como la CNMC, el FROB (fondo público de rescate bancario), Loterías, o SEITT (Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre), siguieron el ejemplo de Sareb y también retiraron el dinero depositado en Popular.

El primer accionista privado de Sareb -y segundo por detrás del FROB- es precisamente Santander. Esta circunstancia, unida a la citada negativa del banco presidido por Ana Botín, hace sospechar a muchos de los involucrados en la situación que esta entidad persiguió dejar sin liquidez a Popular para forzar su resolución.

Como es sabido, Santander renunció a pujar en la subasta de Popular organizada por Saracho (al igual que el resto de grandes bancos españoles) y prefirió esperar a la resolución para poder quedárselo más barato. Al final, la renuncia de BBVA a presentar una oferta a la JUR (Junta Única de Resolución) una vez que decidió la resolución de Popular permitió a Santander quedarse con él por solo un euro. Eso sí, tuvo que ampliar capital en 7.000 millones para cubrir el déficit de provisiones de Popular y reforzar sus ratios de capital tras la adquisición.