Economía
Reestructuración bancaria

Los argumentos de competencia que utilizará el Gobierno para parar la opa de BBVA sobre Sabadell

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La fusión de BBVA y Banco Sabadell si tiene éxito la opa hostil anunciada este jueves tendría que superar importantes problemas de competencia porque aumentaría notablemente el grado de concentración bancaria, e incluso alcanzaría cuotas de mercado superiores al 60% en algunas poblaciones. Así se desprende de los primeros estudios al respecto a los que ha tenido acceso OKDIARIO.

El Gobierno salió ayer en tromba a rechazar la operación con el principal argumento de los problemas de competencia que implica. Así, el Ministerio de Economía advirtió de que «un excesivo nivel de concentración introduciría un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera, como indicó ayer el gobernador del Banco de España». En esta misma línea se manifestaron los principales líderes políticos y asociaciones empresariales de CataluñaYolanda Díaz llegó a asegurar que el Ejecutivo va a vetar la opa porque aumenta el «oligopolio».

Los estudios citados se basan en un índice llamado HHI (Índice Herfindalh), que mide la cuota de mercado de los principales bancos de cada país y es el que utilizó la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) para analizar la fusión de CaixaBank y Bankia. Este índice ya es más alto en España que en Francia, Italia o Alemania antes de la posible fusión BBVA-Sabadell: se sitúa en 1.510 puntos en activo (1.378 en crédito), cuando una lectura cercana entre 1.000 y 2.000 se considera preocupante para la competencia.

Si se calcula con posterioridad a la posible fusión y se calcula la concentración del mercado entre CaixaBank, BBVA-Sabadell, Santander, Bankinter y Unicaja -que sería el quinto banco al desaparecer el Sabadell en solitario-, el citado HHI podría irse hasta 1.844 puntos en activo  (1.630 sólo en crédito), muy cerca ya de los 2.000.

Las autoridades de competencia también se fijan en la llamada «delta» de este índice, que es su variación (lo que sube) tras una operación corporativa. En el caso de BBVA-Sabadell, dicha delta podría alcanzar 486 puntos. Para esta variable, los niveles preocupantes empiezan en 250 puntos para lecturas del índice entre 1.000 y 2.000.

En un análisis más granular de la cuota de mercado por poblaciones, esta operación tendría una clara posición dominante en amplias zonas de Cataluña y la Comunidad Valenciana. Así, la cuota de mercado superaría el 30% en casi 200 localidades y alcanzaría o superaría el 60% en municipios como Canet de Mar, Matadepera, El Papiol, Puigcerdá, Sant Carles de la Rápita, Santpedor, Sitges o Arenys de Mar.

La conclusión del autor de uno de estos informes es que «el índice de concentración podría alcanzar niveles preocupantes para las autoridades, que podrían verse obligadas a reaccionar».

Doble filtro

La operación tiene que pasar dos filtros en lo que a competencia se refiere. En primer lugar, la CNMC -organismo teóricamente independiente- debe aprobar la opa, al igual que el BCE (con cuyo apoyo cuenta, como adelantó OKDIARIO) y la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Si obtiene el visto bueno y la oferta tiene éxito, entonces el propio Gobierno tendrá que dar su plácet a la posterior fusión de las dos entidades que pretende acometer el BBVA.

Con estas cifras en la mano, la CNMC tiene dos opciones: vetar la operación o aprobarla con condiciones, que es lo que hizo en la fusión CaixaBank-Bankia. El presidente del BBVA, Carlos Torres, se inclinó ayer por la segunda opción y asumió que tendrá que tomar medidas para cumplir las condiciones: «Haríamos lo necesario para asegurarnos de que no tiene incidencia en índices de competencia». Esas medidas consistirían en la venta de oficinas en aquellos territorios donde alcanzaran mayor cuota.

No obstante, también advirtió de que el HHI no es la única referencia que debe tenerse en cuenta en el análisis del impacto porque «la situación del mercado ha cambiado». «No sólo importan las cuotas para la competencia efectiva, la digitalización ofrece opciones de bancarización en todos códigos postales que no había hace 10 años, más allá de la implantación física. ING es el mejor ejemplo: tiene menos implantación pero mucha penetración».