Economía

Al Gobierno no le salen las cuentas: la Seguridad Social necesita 5.000 millones extra este año

El Gobierno ha logrado un principio de acuerdo con la Comisión Europea para que lograr un aplazamiento de los compromisos presupuestarios, tras cerrar el pasado año con un déficit del 5% del PIB. En el documento, que ha sido avanzado por el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, España se compromete a que la brecha entre gastos e ingresos públicos no sea superior al 3,6% del PIB este año. Sin embargo, las previsiones relativas a la Seguridad Social están infladas en 5.000 millones de euros.

Institutos económicos como Fedea, Funcas y la autoridad fiscal independientes (AiREF) coinciden en señalar que un desajuste del 1,1% del PIB en las cuentas de la Seguridad Social de este año (que es lo que plantea el Gobierno en su nuevo plan de estabilidad) es una cifra demasiado optimista. Según las previsiones de estos organismos, que recoge Europa Press, la tasa se situará en el entorno del 1,6% del PIB, lo que supone, aproximadamente, los citados 5.000 millones de euros.

El borrador del plan de estabilidad que avanzó De Guindos en el Congreso, señala que el ajuste del actual 5% del PIB al prometido 3,6% se realizará mediante la reducción de 2.000 millones de gasto por parte del Estado (anunciada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro), con el plan de ajuste de las comunidades autónomas y, sobre todo, con “la aportación del ciclo económico”. Todo ello sin olvidar el superávit de los ayuntamientos, que son los únicos que, en su conjunto, gastan menos de lo que ingresan.

La Seguridad Social es intocable

Tanto De Guindos como Montoro han dejado claro que la Seguridad Social es intocable en lo que a futuros ajustes se refiere, a pesar de que el agujero actual supera los 17.000 millones de euros, es decir, el 1,7% del PIB. Y es que el pasado año, a pesar de que el mercado laboral español registró el mejor ejercicio de su historia, los ingresos de la Seguridad Social crecieron sólo un 0,6%, frente al repunte del 3,2% de los gastos.

La razón de que la brecha se agrande en lugar de reducirse se encuentra en un conjunto de factores. En primer lugar el empleo crece por encima de los salarios, lo que no permite que las cotizaciones sociales experimenten incrementos lineales en consonancia con el aumento de las afiliaciones. Además, los ingresos también se han visto lastrados en 2015 por la tarifa plana de 100 euros de las cotizaciones en los contratos indefinidos que supongan la creación de empleo neto y la exención de cotizar por los primeros 500 euros de sueldo en los nuevos indefinidos.

El gasto en pensiones crece más rápido que las cotizaciones

Según las propias estimaciones del Gobierno, la creación de empleo se ralentizará en 2016 respecto al ejercicio precedente, con una tasa del 2,7% en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA), lo que supone tres décimas menos que en 2015. Esta desaceleración hará aún más difícil que la Seguridad Social cierre el año con el déficit prometido del 1,1% del PIB.

El hecho de que la Seguridad Social registre números rojos obliga al Gobierno a seguir acudiendo al Fondo de Reserva para poder hacer frente al pago de las pensiones. Para evitar el agotamiento de esta hucha todos los partidos incluyen sus programas electorales propuestas fiscales que contemplan la asignación directa de fondos de los Presupuestos Generales del Estado y que incluso plantean la creación de impuestos específicos para financiar las pensiones.

Todo pendiente del Consejo de Ministros

El detalle del nuevo plan de estabilidad se conocerá esta semana, una vez que el Gobierno lo apruebe el Consejo de Ministros para ser remitido a la Comisión Europea antes de que finalice el mes de abril.

El ministro De Guindos ya ha presentado el primer borrador al comisario de Economía, Pierre Moscovici, logrando su respaldo inicial. El próximo mayo deberá pronunciarse oficialmente sobre la prórroga a España tras el incumplimiento fiscal de 2015 y el previsible de 2016. El Gobierno se había comprometido a que la brecha presupuestaria no superaría el 2,8% del PIB este año, una tasa que no se alcanzará, como mínimo, hasta 2017.