Economía
Según OVB

Ahorro y educación financiera, la única forma de conseguir una sociedad preparada para afrontar crisis

OVB España ha presentado este jueves una mesa redonda para analizar la capacidad de ahorro de los hogares españoles en el contexto actual. Una situación caracterizada por la elevada inflación, el endurecimiento de las condiciones de financiación y un aumento de la incertidumbre que ya ha provocado la desaceleración de la actividad económica europea en el tercer trimestre y una revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento para los trimestres siguientes y al alza para las perspectivas de inflación.

En opinión de Laura Núñez-Letamendia, directora del Observatorio del Ahorro Familiar del IE, «no es suficiente con concienciar para cambiar un comportamiento, hay que dotar a las personas de herramientas, que son educación financiera y política fiscal. Creemos incentivos fiscales para ayudar a las familias a ahorrar»

Para Elena Aranda, directora de Vida, Protección y Ahorro Particular de AXA España, «existe una parrilla de productos amplísima y para todos los segmentos de la sociedad. La diversificación de los productos es clave. Tenemos que invertir en el corto, medio y largo plazo. No es solo ahorrar, sino cómo lo canalizas en el horizonte temporal».

«Vivimos en un entorno paternalista, pero tenemos que fomentar la responsabilidad personal porque la tasa de sustitución actual es insostenible y en un futuro, bajará», ha asegurado Esmeralda Gómez, matemática y economista de referencia en salud financiera.

Por último, Manuel Alonso, consejero y director comercial de OVB España, ha hecho hincapié en que «la sociedad española tiende a entender el ahorro a la inversa: pagar primero los gastos y lo que sobre, lo ahorro. La mejor estrategia es priorizar tu ahorro, tratándolo como una partida más de gastos: Págate a ti mismo».

Así, las principales conclusiones son que el 40% de las familias españolas están por debajo del nivel de seguridad mínimo de ahorro y que, como sociedad e individuos, hay que desarrollar una visión a largo plazo, en contra a veces de nuestra naturaleza cortoplacista. Es una de las premisas de una buena gestión económica.