5.000 hectáreas restauradas y 1,5 millones de árboles plantados por Endesa en antiguas zonas mineras
Cada mes de abril, millones de personas en todo el mundo unen sus voces para luchar y celebrar el Día de la Tierra. Es un día señalado para concienciarnos sobre los problemas medioambientales, ya sea la crisis climática, la contaminación atmosférica o la deforestación. Este año, en concreto, el lema elegido es “Recuperemos la tierra”, todo un llamamiento a reducir el impacto de nuestras acciones.
Ligada a la generación eléctrica desde sus inicios en el 1944, Endesa ha crecido usando los recursos que la Naturaleza ofrece. Pero, a medida que la empresa ha ido cesando en el uso de estos recursos, ha surgido la necesidad de recomponer los espacios para retornarlos con el máximo respeto al mejor estado posible. Hablamos de las restauraciones mineras, uno de los grandes proyectos paralelos al propio negocio de la compañía.
Las cifras así lo demuestran: 5.000 hectáreas restauradas (equivalentes a unos 5.000 campos de fútbol o 120.000 canchas de baloncesto) en los cuatro centros mineros en los que la compañía desarrolló históricamente su actividad de extracción de carbón: As Pontes (A Coruña), Andorra (Teruel), Peñarroya (Córdoba) y Puertollano (Ciudad Real). Gracias al conjunto de las actividades de restauración de los espacios mineros, con una inversión de más de 100 millones de euros, se han conseguido plantar más de 1,5 millones de árboles.
Y, lo más importante, estas restauraciones han surgido efecto demostrando que la Naturaleza es capaz de recuperarse con una velocidad asombrosa y ayudando a dar cumplimiento al Objetivo de Desarrollo Sostenible 15, Vida de Ecosistemas Terrestres.
A día de hoy, en los espacios restaurados de los antiguos centros mineros de Peñarroya, Puertollano, Andorra y As Pontes se han detectado un total de 600 especies de vertebrados, un 70% de ellas protegidas e, incluso, en algunas zonas, un 10% de ellas son especies amenazadas.
Uno de los proyectos de restauración más emblemáticos es el de As Pontes, que recibió el premio Fondena en su novena edición. Consiste en una actuación de restauración de 2.400 hectáreas, incluyendo el espacio que ocupaba el hueco de la mina, que se ha convertido en el mayor lago de España con 865 hectáreas de lámina de agua y 547 hectómetros cúbicos de agua; espacio que se ha convertido en un gran reservorio de vida natural y recreo, donde habitan numerosas especies de fauna y donde hoy se practican deportes náuticos existiendo zonas de baño y recreo.
La escombrera exterior, un espacio de más de 1.150 hectáreas donde se acumulaba material estéril procedente del yacimiento, es hoy un paraje natural con una cubierta vegetal de gran riqueza biológica que la fauna autóctona ha colonizado en un proceso natural. En los últimos estudios realizados se han identificado 217 especies vegetales y 205 especies de animales vertebrados.
El último de los estudios realizados de la recuperación de la Biodiversidad en los espacios restaurados de Endesa ha sido el de la Mina de Corta Ballesta Este, en Córdoba, y los datos confirman el buen trabajo realizado. Solo en esta zona se han detectado 127 especies de vertebrados, un 72% de ellas protegidas y/o amenazadas según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Esta zona, gracias al trabajo realizado en su restauración, cuenta con una gran variedad de biotopos (áreas con condiciones ambientales uniformes), hecho que favorece la presencia de una elevada diversidad de fauna y flora ya que proporciona distintos hábitats.
Una vez finalizadas las operaciones de restauración, los entornos mineros son, por norma general, devueltos a la sociedad. Finaliza así el papel de la compañía en ellos con la constatación de que este entorno, después de facilitar décadas de energía a las personas, vuelve a parecerse a lo que la Naturaleza diseñó.
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