El Real Madrid no varía el plan para fichar a Kylian Mbappé este verano. El conjunto blanco espera poder cerrar su contratación en el próximo mercado, aunque es consciente de que el París Saint-Germain no cederá fácilmente. El jugador termina contrato en junio de 2022, por lo que los madridistas y el propio delantero estarán en disposición de presionar para facilitar su salida. De lo contrario, los parisinos correrán el riesgo de perderle a coste cero una vez finalice su vinculación al término de la próxima temporada. Pero ¿qué pasaría si el conjunto francés se niega a vender a su estrella? ¿Podría el Madrid hacerse aún así con sus servicios?
Lo cierto es que, legalmente, existe la posibilidad de que Mbappé rescinda su contrato de forma unilateral antes de tiempo. Los estatutos de la FIFA así lo contemplan. Sin embargo, no entra dentro de las opciones que manejan en el Real Madrid. En el Bernabéu guardan una buena relación con los dirigentes parisinos y su intención en todo momento es cerrar la llegada del astro francés de forma amistosa con el PSG.
Lo que menos desean en el conjunto blanco es alcanzar un acuerdo con el jugador a espaldas de Al-Khelaifi y del jeque. En el club saben que cualquier provocación puede llevar al enfado de la cúpula del conjunto parisino y a un contraataque como reacción que trastoque los planes de cara al futuro, como ya sucedió con el Barça cuando trataron de fichar a Verratti y los franceses respondieron abonando la cláusula de Neymar.
La FIFA permite una rescisión unilateral
La fórmula que podría ejecutar Mbappé para rescindir de manera unilateral su vinculación con el PSG en verano se recoge en el artículo 17 del Reglamento la FIFA sobre el Estatuto y Transferencia de jugadores. Se trata de una especie de cláusula de rescisión para los jugadores que no cuentan con ella. Es decir, una manera de quedar libre abonando una indemnización por incumplir una parte del contrato.
Entre las opciones que da la FIFA para rescindir un contrato, existen cuatro supuestos: dos por causa justificada y otros dos por una causa injustificada. Sólo estaría justificado por un incumplimiento flagrante del contrato por parte del club -por cuestiones de impagos continuados, etc- o por una causa deportiva que consiste en que el jugador haya disputado menos del 10% de los partidos de una temporada. En el caso de Mbappé, habría que recurrir a la causa no justificada.
Al no existir justificación, se abren dos escenarios: que la rescisión se produzca en el periodo protegido o fuera de él. El periodo protegido son las tres primeras temporadas tras la entrada en vigor del contrato si el jugador era menor de 28 años o las dos primeras si era mayor de dicha edad. Por la situación contractual de Mbappé, estaría fuera del periodo protegido, algo a tener en cuenta, puesto que evitaría sanciones deportivas que van desde los cuatro a los seis meses sin jugar y que exime de una penalización de dos periodos sin fichar a su nuevo club.
La indemnización rondaría los 100 millones
Al no contar con una cláusula en su contrato con el PSG en el que se especifique una cantidad por la que quedaría libre, la indemnización que debería abonar el futbolista -conjuntamente con el club de destino- por el incumplimiento de su contrato se estipularía en base a la legislación nacional y otros criterios como remuneración y beneficios que se adeuden al jugador, tiempo restante de contrato o gastos desembolsados por el club.
Sería por tanto la FIFA quien debería fijar el importe a pagar por Mbappé al conjunto parisino por abandonar el club antes de lo que indica su contrato. Quedándole únicamente un año de vinculación una vez finalice la presente temporada, la indemnización que debería abonar podría oscilar entre 80 y 100 millones de euros.
Esta opción que recogen los estatutos de la máxima institución a nivel mundial le permitiría abandonar el Parque de los Príncipes al final del presente curso, aunque la directiva comandada por Al-Khelaifi se niegue a desprenderse de él, siempre y cuando lo comunique al club en un plazo de 15 días tras la disputa del último partido oficial del equipo. Una vía de escape que no es muy común, pero a la que sí que se han acogido varios jugadores en casos de menor trascendencia. De hecho, Neymar barajó esta posibilidad en el verano de 2020 para marcharse al Barcelona. Entonces, sus abogados estimaron que el precio a pagar por el brasileño y el conjunto culé rondaría los 170 millones de euros.
El Madrid sólo se plantea negociar
Para el Real Madrid, sin embargo, no es una opción. En el conjunto blanco trazaron un plan para tratar de fichar a Mbappé, a poder ser en verano de 2021. Una vez el francés entre en su último año de contrato, desde el Bernabéu abordarán la contratación de la joven estrella del PSG. Saben que no será fácil convencer al equipo francés. Pese a que se arriesgarían a perder a su principal activo a coste cero el próximo curso, el respaldo financiero de Qatar hace que la cuestión económica no sea un problema para ellos, ni siquiera en plena crisis provocada por el COVID-19.
El conjunto madridista buscará un acuerdo amistoso con el París, llegando a estar dispuesto a incluir en el traspaso a algún jugador que pueda despertar el interés del vigente subcampeón de Europa, como podrían ser Hazard, Vinicius o Varane. De no conseguirlo, los blancos tratarían de convencer a Mbappé para que agote su contrato sin ceder a las propuestas de mejora que le llegasen y, así, firmarlo una vez quede libre en 2022.
