El Real Madrid tiene motivos para sospechar del VAR después de que le anulasen tres goles por fuera de juego milimétricos en el partido de Liga contra el Elche. Estrada Fernández, colegiado catalán retirado hace un par de temporadas, estuvo al cargo del videoarbitraje y fue el impulsor de que ninguno de los tantos madridistas subiese al luminoso.
Vinicius fue la primera víctima de un VAR que decretó un fuera de juego milimétrico que el juez de línea y el árbitro principal Gil Manzano dieron por válido en el minuto 5. El brasileño estaba ligeramente adelantado según la imagen que tomaron los colegiados para juzgar la imagen.
20 minutos después, el VAR dejó a David Alaba sin uno de los goles del año. El jugador austríaco arrancó desde el flanco zurdo haciendo paredes con Kroos y Benzema para terminar perforando la portería de Edgar Badía de disparo cruzado. Con todo el Madrid celebrando a lo grande el gol, el VAR volvió a intervenir para volver a anular el gol a los blancos.
Si la primera vez fue apurada la decisión, en esta decisión había que tomar una escuadra y cartabón para determinar que el Balón de Oro estaba en fuera de juego. En ambos casos, el VAR no dudó quitándole al Real Madrid dos goles que curiosamente no levantaron en ningún caso el banderín del juez de línea.
En la segunda parte, el VAR de Estrada Fernández completó su hat-trick de goles anulados contra el Real Madrid invalidando uno de Karim Benzema tras asistencia de Dani Carvajal. El defensa estaba adelantado a juicio del videoarbitraje. Nunca antes se le había anulado a un equipo en España tres goles vía VAR.
