El Real Madrid no arranca en Euroliga. El equipo de Pablo Laso se llevó un duro correctivo ante un genial Valencia Basket y suma su segunda derrota en dos duelos en la máxima competición europea. Un extraordinario Dubljevic aniquiló a un conjunto blanco que disputó uno de los peores partidos de la última época y ni siquiera tuvo opción de competir en el último cuartos
Después de la derrota del pasado viernes en el estreno Europeo en Vitoria, el Real Madrid estaba condenado al triunfo en el Wizink ante el Valencia. El equipo de Pablo Laso siempre está condenado a la excelencia y con la derrota llegan las dudas y la zozobra. Y más si es en Euroliga. La buena defensa madridista le llevó a marcharse por delante en el primer cuarto (19-17) en el que incluso llegó a tener una diferencia de cinco puntos. Pero el equipo valenciano no permitió la fuga.
Un parcial de 0-7 metió al Valencia en el partido en el segundo cuarto de un espléndido partido. La igualdad reinó en el luminoso hasta que Dubljevic (14 puntos en la primera mitad) sacó el fusil y triple tras triple puso al Valencia con una diferencia de hasta ocho puntos. Campazzo (10 puntos) y Tavares (11 puntos) mantuvieron al Real Madrid en un duelo que acabó 39-44 al descanso. El Valencia iba a vender muy cara su piel. Si el Wizink hubiera estado abarrotado hubiera reinado el murmullo.
El paso por el vestuarios no frenó a un excelente Dubljevic que con dos triples puso al Valencia 9 puntos arriba estableciendo la máxima diferencia del partido (41-52). La estrella del Valencia estaba triturando a los de Pablo Laso con un 6 de 8 en triples y 20 puntos en poco más de dos cuartos. Recital. Hasta Prepelic se unió a la fiesta valenciana para poner a los suyos con +12 en el luminoso. El Valencia disfrutaba sobre el parqué pero aún quedaba un mundo. Y más si el rival es el Real Madrid. El conjunto blanco se marchó al último blanco 15 puntos abajo (53-68). A la victoria ya no se le tildaba de proeza; era casi un milagro.
El Madrid tira la toalla
Con 15 puntos de diferencia y 10 minutos por delante, el Real Madrid intentó la mayor. Si alguien podía hacerlo eso era el equipo de Pablo Laso. Pero era el día del Valencia y los de Ponsarnau no estaban dispuestos a dejarse sorprender. Es más, no es que se dejaran remontar, es que bailaron al Real Madrid en un último cuarto donde sólo mandó un equipo. A falta de siete minutos para el final, el conjunto valenciano estaba 25 puntos por arriba. Era una masacre. Los últimos minutos fueron una tortura para un Real Madrid que acabó pereciendo por 16 puntos (77-93). El equipo de Pablo Laso necesita mejorar. Y mucho.