17 de septiembre de 2015. Para muchos será una fecha más, para el deporte español es un día para el recuerdo. Aquella noche, Pau Gasol escribió una página de oro en el estadio Pierre-Mauroy de Lille, donde el Real Madrid jugará la segunda jornada de la fase liga de la Champions. Aquel día, el mejor jugador de baloncesto de la historia de nuestro país hizo cuarenta puntos ante Francia para apear a los galos en semifinales y pelear por un nuevo Eurobasket que, a posterior, la selección española terminó ganando.
El Real Madrid se estrena en uno de los recintos deportivos más importantes de Francia. Un feudo que es mucho más que la casa del Lille. Este estadio, que se inauguró en 2012, es habitualmente un campo de fútbol de 50.186 espectadores, pero tiene una facilidad extrema para convertirse en una cancha de baloncesto, balonmano o tenis, entre otros, con capacidad para 27.000 aficionados.
Este estadio, que alberga cada año una media de 22 partidos del Lille, puede tener cinco configuraciones gracias a un techo cerrado que tarde en cubrir el coliseo deportivo media hora. En 24 horas es capaz de pasar de un estadio de fútbol o rugby a un arena.
Este estadio suele ser un campo de fútbol o rugby, pero cuando se transforma puede convertirse en un pabellón de baloncesto o balonmano, como sucedió en los Juegos Olímpicos de París, un escenario de conciertos, una pista de tenis o un ring de boxeo. Un escenario impresionante que le convierte en los mejores estadios del continente.
Aquí se estrenará el Real Madrid. Los blancos nunca han jugado un partido oficial en Lille. Lo harán esta vez en la Champions League, aunque sí que han disputado partidos en esta ciudad. Hace 99 años lo hicieron ante un combinado de jugadores de la zona en un amistoso que los madridistas terminaron ganando por 2-3.