A Jovic le faltó el gol, ya que el resto lo tuvo todo. Zidane apostó por él otra vez de titular ante el Valladolid y siguió mejorando. Las buenas sensaciones mostradas en el segundo tiempo ante el Betis se confirmaron en el Di Stéfano, pero sigue fallando de cara a portería. El serbio erró tres goles que un delantero de su nivel debe meter, pero todos por Valdebebas confían en que con el paso de los partidos y la confianza mejore. De momento, viendo las decisiones de Zizou, parece extraño que salga de aquí al lunes, cuando se cierra el mercado de fichajes.
Desde el primer minuto se vio que Jovic estaba mucho más cómodo en el terreno de juego que en el Benito Villamarín, donde fue de menos a más y terminó provocando una expulsión. El partido arrancó en sus botas y todo lo que vino después fue positivo, menos el gol. Y no fue porque no lo buscó, lo intentó y estuvo cerca de conseguirlo, pero no hubo manera. A pesar de esto se pueden recatar brotes verdes de su partido.
Y es que, Jovic por fin se entendió con Benzema, al que le dio libertad y le permitió no tener la vigilancia de los defensas rivales que acostumbra. También estuvo mucho más combinativo con el resto de sus compañeros. Y, sobre todo, se movió dentro del área para buscar el gol. La primera oportunidad le llegó en el minuto 17, pero tras ganar la carrera a su rival mandó la pelota alta.
El partido continuaba y él buscaba el premio. Así, en el 34’ se encontró con la segunda ocasión, pero la mandó al lateral de la red. Y tras el descanso, en la primera oportunidad de los blancos, a la salida de un córner saltó más que todos para cabecear un balón que se encontró con una parada espectacular de Roberto. No hubo manera. Así concluyó el encuentro para él, ya que Zidane decidió sustituirle por Vinicius cuando restaba más de una hora para la conclusión. Los brotes verdes crecen y crecen, pero los delanteros viven de los goles.
