Endrick ya conoce la que será a partir de la próxima temporada una de sus casas, como es Valdebebas. La otra la visitará el domingo, cuando acuda a ver el encuentro que enfrentará a Real Madrid y Villarreal en el estadio Santiago Bernabéu. El brasileño, que aterrizó en la capital de España el viernes, acudió al entrenamiento del equipo blanco y, después de la sesión, bajó al vestuario para saludar a Carlo Ancelotti y a los que serán en unos meses sus compañeros.
El brasileño tendrá un fin de semana plagado de citas. Lo primero que ha hecho Endrick ha sido pisar la Ciudad Deportiva de Valdebebas, en la que ha conocido las instalaciones y a los que serán sus compañeros y cuerpo técnico cuando se incorpore a la disciplina del Real Madrid a principios de la próxima temporada.
El domingo verá en directo en el Santiago Bernabéu el partido entre Real Madrid y Villarreal, mientras que el lunes está previsto un encuentro personal con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. Así será la primera toma de contacto de Endrick con Madrid ya como futbolista del conjunto blanco, a la espera de que dentro de seis meses pueda incorporarse a la disciplina madridista, cuando cumpla 18 años.
En el Real Madrid están muy esperanzados con la posibilidad de que Endrick se convierta en un crack mundial. Desde el club tienen claro que han fichado un delantero centro que un potencial enorme y que si todo va bien se convertirá en un candidato a ser uno de los mejores jugadores del planeta en el futuro. Con Vinicus, Rodrygo y Bellingham arropándole, a partir de la temporada que viene esperan que ya empiece a demostrar toda su calidad.
Además, en el Real Madrid también destacan la madurez de un joven que todavía no ha cumplido la mayoría de edad. Tiene un entorno sano y su familia, muy cristiana, le ayuda a tener los pies en el suelo. Esto, sumado a su potencial futbolístico, fue clave para que los blancos se lanzasen a por su fichaje, pagando lo que el Chelsea, que le hizo más promesas que realidades, nunca llegó a poner encima de la mesa.
