El segundo capítulo de la aventura de Brahim Díaz en Italia no puede haber comenzado de mejor manera. El atacante español se encuentra por segundo año consecutivo cedido en el Milan y después de la primera remesa de partidos es la estrella emergente de uno de los clubes por excelencia de la élite del fútbol mundial, mientras el Real Madrid se frota las manos con lo que muestra y pueda seguir enseñando Brahim cada día que pase en un escenario de primerísimo nivel. Su próxima parada, un auténtico partidazo de Champions contra el Atlético de Madrid.
Hasta el momento, Brahim ha sido titular en el once de Stefano Pioli en todos los partidos a excepción del último de Serie A, frente al Spezia, donde el menudo futbolista malagueño apareció a tiempo para atar la victoria del conjunto milanista. El talentoso futbolista salió a falta de menos de diez minutos para el final del encuentro, en sustitución de Kessie, y tardó sólo cuatro en mandar al fondo de la red su cuarto tanto de lo que va de temporada, una cifra nada desdeñable si atendemos a su posición en la pista y a la capacidad de la que había hecho gala en el pasado.
Extremo desde su llegada a la élite, a Brahim le ha sentado de maravilla su reconversión a la mediapunta a tiempo completo. En ese puesto parte en todos los partidos y ya dependiendo de las zonas de acción preferenciales que marque el encuentro, se puede ir moviendo por todo el ancho del terreno de juego. En cuanto a la verticalidad de sus acciones, el cambio también es notorio.
Brahim es creador pero desde hace unas semanas también ejecutor principal de los ataques del Milan. Su única suplencia le dio réditos con un gol, pero anteriormente había marcado en otros tres, con goles que demuestran un punto más en cuanto a llegada al área contraria, uno de los puntos más claros de mejora del futbolista propiedad del Real Madrid. El mediapunta golea también en los mejores escenarios, como hiciera en Anfield Road ante un Liverpool que sólo pudo ganar por la mínima al Milan entre otras cosas por la actuación de Brahim.
Ahora llega el Atlético de Madrid, un rival de campanillas ante el que Brahim de nuevo apunta a la titularidad. Descansado tras limitar Pioli sus minutos ante el Spezia, al jugador malagueño le espera uno de los sistemas más férreos del continente, pero al que por sus cualidades y el momento actual del propio conjunto colchonero, lejos de su máximo nivel competitivo, dejan la puerta abierta a un nuevo despliegue de desequilibrio de Brahim Díaz.
Canción propia y el Madrid a la espera
Y es que el malagueño es el nuevo ídolo de San Siro. Tiene 21 años y apenas supera los 170 centímetros de altura, pero su calidad ha arrasado con todo y en las gradas del coliseo milanista ya tienen incluso una canción para celebrar sus goles, un cántico que han transformado y que originalmente fue de una leyenda como George Weah, aunque también pasó a ser protagonizada por Kaká.
Brahim está que se sale y mientras, el Real Madrid se frota las manos con lo que le puede llegar dentro de dos años, cuando el jugador finalice su etapa como cedido en Italia y regrese a la capital de España para enrolarse en el equipo que apostó por él cuando se le acababa el contrato en el Manchester City. En la entidad merengue ven con perspectiva el gran momento de un futbolista en el que confían en pleno y que creen, llegará preparado para brillar en el Madrid después de un erasmus de máxima exigencia en Milán.